Silvia Suárez (Mieres, 1974) acaba de acceder a la presidencia de Mejoras del Valle, un colectivo cuyos socios suman la cuarta parte de la población de todo el valle de Turón. Su padre, Arsenio Suárez, fue concejal en el Ayuntamiento de Mieres, y hace una década, junto a otro grupo de personas, fue el que reactivó una asociación que se convirtió en cabeza visible de Turón. Su repentino fallecimiento, el pasado año, dejó huérfano a todo un territorio, y un año después, Silvia Suárez asumió la presidencia para seguir trabajando por el valle. Acompañada de una directiva de una docena de personas, esta turonesa nacida en Mieres, madre de una hija y trabajadora en Oviedo, está dispuesta a pelear para que Turón no solo exista sino que sea un lugar para vivir.
-Llega a la presidencia de Mejoras del Valle después de toda una vida perteneciendo a la asociación, desde la base, hasta su reciente vicepresidencia, ¿cómo surgió?
-Bueno, tuvimos la asamblea la semana pasada, y yo había hablado con los compañeros que estábamos en la Junta Directiva, de que sí ellos me ayudaban, yo encabezaba la lista. Se mostraron dispuestos, presentamos la candidatura y fue la única. Lo hice también un poco por el trabajo de los compañeros y también por el que emprendió en su día mi padre.
-¿Cómo lo afronta?
-Da un poco de vértigo y de miedo. Ilusión y ganas tengo toda la del mundo. Pero el listón está muy alto por todo lo que se hizo. Y ponerse a manejar una asociación de este calibre e importancia, tanto en número de socios como en inversiones como en calado social da un poco de respeto.
-Mejoras del Valle es quizá la cabeza visible de Turón. Habrá mucho que hacer.
-Ahora somos 611 socios, y claro que hay cosas por hacer. El valle de Turón es muy grande, muchos núcleos. Algunos con asociaciones de vecinos, otros no. Y nosotros lo que hacemos es canalizar y aunar un poco todas las reivindicaciones de las asociaciones y abrigar un poco a los barrios que no la tienen. Abanderamos un poco las reclamaciones que afectan a todo el valle, como fueron en su momento los recortes del autobús, por poner algún ejemplo. Somos como la centralita de los vecinos.
-Su padre, Arsenio Suárez, fue una de las cabezas visibles del movimiento asociativo de Turón. Su fallecimiento el año pasado dejó un gran vacío.
-Hace ocho años, la asociación parecía estar muerta. Y mucha gente le animó a reactivar el colectivo. Incluso picando en casa para pedirle que lo cogiera. Finalmente lo retomó e hizo un gran trabajo.
-Y ahora toma usted el testigo, ¿tuvo el mejor ejemplo en casa?
-Toda la vida vi a mi padre en movimientos sociales, vecinales... Siempre estaba metido en algo y nos lo inculcaba. Yo recuerdo que cuando empecé a salir a las fiestas del Cristo, mi padre estaba en Sotufe (la Sociedad Turonesa de Festejos), y teníamos que echar una mano en lo que fuera. Si quería salir, había que pelar huevos, envolver bollos preñaos. Fue un gran ejemplo.
-¿Cuáles son las prioridades ahora del valle?
-Sin olvidar el centro de Salud, que ya va a ser una realidad, hay dos cosas que llevamos muchos años reclamando. Por una parte, el derribo de viviendas en ruinas, y por el otro la limpieza. Y no hablo de papeles en La Veguina, sino que nos adecenten sendas verdes, caminos... En el valle de Turón se acabaron las minas, se acabaron las alternativas, y puedo poner como ejemplos Diasa o Urueña, se acabó el trabajo. Y los que quedamos aquí somos los que de verdad apostamos por Turón. Y nos duele mucho ver casas cayendo a nuestro alrededor. Que tú te molestes en arreglar tu casa, en que todo esté perfecto, y al lado tengas un edificio que se va a caer en cualquier momento duele. Pasar por el río y ver que como un día venga una tormenta buena tenemos que salir en lancha... Ese tipo de cosas son las grandes prioridades ahora. Sabemos que no se va a volver a abrir el pozo de La Rebaldana -Santa Bárbara- y meter a 3.000 personas a trabajar. Eso se acabó y lo aceptamos. Pero lo que pedimos es que nos ayuden a tener una calidad de vida digna. Limpieza, comunicaciones... Nos van quitando servicios y nos van obligando a marchar.
-Hablaba ahora del centro de salud.
-El de La Cuadriella ni tiene ni tenía las condiciones adecuadas para la atención de pacientes, y ni siquiera para los propios profesionales que trabajan ahí. Por lo tanto es una muy buena noticia que por fin vayamos a ver ese nuevo ambulatorio.
-También hay una gran polémica porque el topónimo Turón ha desaparecido de los DNI, ¿Turón existe o no existe?
-Nosotros lo que queremos es que exista. No queremos vivir en La Veguina de Turón o Lago de Turón. Nosotros queremos vivir en Turón. Y que igual que Mieres del Camín tiene una calle que se llama Manuel Llaneza, y no Manuel Llaneza de Mieres del Camín, pues en Turón igual.
-Mejoras del Valle también gestiona la piscina de Turón.
-A pesar de que el verano pasado fue bastante malo, nos sorprendimos a nosotros mismos porque los ingresos no cayeron tanto como estaba previsto. Y esto se debe a que la piscina está cogiendo tan buena fama, que antes en un día nublado teníamos cinco personas y ahora tenemos cincuenta. Eso compensa un poco todo. Las cosas se están haciendo bien y solo recibimos buenas palabras de la gente. Eso, por ejemplo, nos lleva a tener hasta problemas con el transporte.
-¿Qué problema?
-Como los autobuses ahora solo pasan cada hora, los fines de semana y los días que hace bueno, mucha gente se queda en tierra.
-¿Se harán inversiones para el próximo año?.
-Este año se arregló todo el bar y se puso una pintura en el suelo que repele el calor. Para el próximo año tendremos todavía que analizar en qué vamos a invertir el dinero.
