Son las siete menos diez de la tarde, en el centro de Pola de Laviana, junto al edificio del Cidan, en el que va a celebrarse una charla titulada "Enfermedades infecciosas en nuestros hospitales". El director de Enfermería del Hospital Valle del Nalón, Sergio Valles, se baja de su coche para asistir a la charla. En ese momento oye voces, y se percata de que la gente, en la zona del cruce entre las calles Libertad y Luis Alonso, hace un corrillo alrededor de un hombre, que se ha desplomado. Valles echa a correr, se acerca al hombre, y lo ve claro: está en parada cardiorrespiratoria, lo que comúnmente se llama "un infarto". La intervención de Valles fue decisiva para poder salvar la vida del hombre, que fue trasladado a Cabueñes. Le realizó las maniobras de recuperación hasta que llegó la primera ambulancia y posteriormente, la UVI Móvil. "El mérito es de todos. Espero que la evolución del paciente sea positiva", recalcaba ayer Valles. De momento, el hombre sigue ingresado, pero evoluciona favorablemente.
La casualidad hizo que el director de Enfermería del Hospital de Riaño pasase justo por la calle de Laviana en la que un hombre se moría de un infarto. Desde el lugar en el que se celebraba la charla a la que iba a acudir, organizada en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas, los testigos de lo sucedido, público de la conferencia, asistieron a todo "con el corazón en un puño".
Nada más percatarse de lo que ocurría, Sergio Valles se hizo cargo de la situación, tomó el mando de las operaciones, se agachó y comenzó a hacer las maniobras de recuperación. Los vecinos habían llamado de inmediato a los servicios sanitarios. En un primer momento llegó una ambulancia "beta", ya que la UVI Móvil estaba ocupada en otro caso. Junto al equipo de esta ambulancia, Valles aplicó al hombre una descarga con el desfibrilador, consiguiendo hacer "que saliese", tal y como explicó el director de Enfermería del hospital comarcal. El equipo sanitario logró estabilizarlo hasta la llegada de la UVI, que trasladó al hombre directamente al Hospital de Cabueñes, en Gijón, a su sección de Cardiología. "Espero que pueda salir adelante", subrayaba ayer Sergio Valles, que en todo momento quiso quitar importancia a lo ocurrido y destacar que "este es un ejemplo de lo importante que es que los ciudadanos sepan hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar", ya que pueden ayudar en casos como el ocurrido en la tarde del miércoles en el centro de Pola de Laviana.
Testigos
Los testigos presenciales tienen claro, eso sí, que "de la parada inicial se recuperó porque tuvo la suerte de que pasaba por ahí el responsable de Enfermería del hospital". Los participantes y asistentes a la charla sobre medicina de Laviana calificaron de "emocionante", una vez pasada la preocupación inicial, "ver cómo se puede salvar una vida".
Valles en todo momento destacó que en este tipo de sucesos "todo es labor de equipo", que los ciudadanos habían reaccionado llamando inmediatamente al 112, que incluso habían ayudado en la reanimación, y subrayó el papel de los sanitarios de las ambulancias, que es imprescindible.
El hombre que sufrió el infarto no es vecino de la zona. De hecho, se alojaba en un establecimiento hostelero situado en el concejo de Caso, y se encontraba en la comarca pasando unos días. En Laviana se topó con un ángel de la guarda inesperado.
