"En el pasado año, más de 3.000 asturianos se registraron como donantes de médula ósea", afirmó María del Pilar Palomo Moraleda, doctora especialista en hematología y hemoterapia de la unidad de trasplante hematopoyético del HUCA. Lo hizo en la charla-coloquio titulada "La donación de médula ósea", organizada por la delegación mierense de la Asociación Española Contra el Cáncer. El acto, además, contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

La Concejala de Salud mierense, Itziar Vicente, y la presidenta de la AECC de Mieres, Loli Olavarrieta, tuvieron palabras de agradecimiento hacia la doctora Palomo y su ayudante en la presentación, Clara Martín, supervisora de hematología del HUCA y animaron a la donación de médula ósea, una especialidad de donación menos conocida en España, pero que gracias a las campañas del Plan Nacional de Donaciones ha experimentado un auge notable. Las cifras son elocuentes: en cinco años aumentó el número de donantes en un 200%, que actualmente en España superan los 300.000, aún lejos de los siete millones de Alemania o el millón y medio del Reino Unido.

La doctora Palomo llevó a cabo una explicación de las tres formas de donación de médula ósea, comenzando por el procedimiento de obtención de células madre mediante punciones en las crestas iliacas del donante -que conlleva intervención quirúrgica con anestesia general o epidural e ingreso de 24 a 36 horas-, siguiendo con el procedimiento de extracción de células madre de la sangre periférica - que se practica de forma ambulatoria-, tratando, finalmente, la obtención de células madre de la sangre de cordón umbilical previamente congelado.

La doctora detalló la práctica de cada variante, las indicaciones de cada una y sus posibles riesgos y efectos secundarios. "Lo primero que ha de hacer todo aquel que quiera ser donante de médula ósea es informarse a fondo para poder decidir con conocimiento de causa", manifestó María Pilar Palomo, que recalcó la importancia de tal decisión. "Es un compromiso a largo plazo, pues un mismo paciente puede necesitar un nuevo trasplante pasados varios años, por lo que se requiere plena concienciación", añadió. Asimismo, la doctora describió el proceso que ha de seguir el candidato a donante desde el momento en que manifiesta su voluntad. "El donante ideal es un varón de unos 30 años", concretó Palomo que, bromeando, apostilló que "el machismo también llega a la donación". En términos generales, puede ser donante de médula ósea cualquier persona sana, con una edad entre 18 y 40 años y disposición a que su información se incluya en el registro de donantes, que es de ámbito internacional -de hecho, la mayor parte de las donaciones a los asturianos provienen de voluntarios alemanes-.

"La probabilidad de ser requerido para una donación es muy baja, de una entre cuatro mil", aclaró la facultativa que, igualmente, expuso que "más del 80 por ciento de los pacientes que necesitan un donante altruista lo encuentran en un plazo de tres meses".

La doctora Palomo, que resaltó los avances experimentados en los procedimientos de trasplante de médula, exitosos en el 75% de los casos, destacando los progresos en cuanto a la compatibilidad, matizó que "el trasplante medular es una solución fabulosa siempre que nos hallemos ante una enfermedad bajo control". "La persona que se plantea hacerse donante de médula tiene que estar convencida y dispuesta a sufrir las molestias propias de los procedimientos de obtención de las células madre. Es un auténtico compromiso", concluyó.