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Las consecuencias de la caída del tejido empresarial

Los bancos pagaron más de 100.000 euros de IBI tras embargar Urueña y Diasa

Las plantas buscan comprador, pero la farmacéutica es "invendible", según los sindicatos, porque los bienes están repartidos entre cinco entidades

La planta de Diasa Pharma, en el polígono de La Cuadriella de Turón. J. R. SILVEIRA

Los "fantasmas" de la reconversión también les salen caros a los bancos. Las entidades bancarias que embargaron las empresas de mayor envergadura en el polígono de La Cuadriella, Diasa Pharma y Construcciones Mecánicas Urueña, han pagado ya al Ayuntamiento cerca de 100.000 euros en concepto de Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Así son las cuentas: las dos plantas suman un impuesto anual de 12.000 euros, la farmacéutica lleva embargada casi una década y Urueña más de un lustro. Las dos están a la venta, sin noticias de un comprador.

Naves vacías que se prometieron como un estandarte de la reconversión minera, y que ahora son muy difíciles de vender. Es complicado alcanzar una transacción, pero el caso de la nave de Diasa Pharma roza lo imposible. La caída de esta farmacéutica, llamada a ser la principal empresa para la reestructuración de las comarcas mineras, fue agónica. En 2003, empezó la actividad en la planta, con una inversión de 1,1 millones de euros y el compromiso de crear 125 empleos. Promesa no cumplida: en 2009, los cien trabajadores denunciaron que llevaban varios meses sin cobrar. Manuel Adenso Iglesias, socio mayoritario de la firma, aseguró que se trataba de un problema puntual con Sadim -filial de reconversión de Hunosa, que participaba en el proyecto-. Pero no fue así. Comenzó entonces un calvario de EREs, despidos y promesas incumplidas para los empleados.

La liquidación de la planta no fue fácil. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo dictó la sentencia. Los bienes se dividieron entre cinco bancos acreedores. Situación que hace prácticamente imposible su venta, apuntan los sindicatos: "Es sabido que un empresario de la comarca intentó hacerse con las instalaciones para ampliar su actividad, pero nunca hubo un acuerdo", señalaron las mismas fuentes. Se negoció por un precio de un millón de euros, pero no todas las partes implicadas estuvieron de acuerdo. Al final, no hubo firma.

En el caso de Urueña, el acuerdo sería más fácil. Sólo el banco Santander tiene embargada la planta, que se oferta en internet por un precio exacto de 1.550.000 euros. Las instalaciones suman 6.066 metros cuadrados. Antes de presentar el concurso de acreedores, en 2012, la empresa también pasó por un peregrinaje de impagos y por la extinción del contrato de sus treinta trabajadores. En este caso, líderes sindicales consideraron que el precio establecido para la planta era "excesivo" y pidieron que se rebajara. Lleva dos años y medio a la venta, sin comprador, y la oferta se ha mantenido intacta. La nave aún se anuncia entre los inmuebles de Altamira (inmobiliaria del Santander).

El Ayuntamiento de Mieres lamenta que el polígono de La Cuadriella de Turón, llamado a ser un área industrial lleno de vida, ahora sólo tenga en marcha dos naves. Una de ellas de una empresa de mecánica y la otra, adquirida por la firma Zitrón para ampliar la producción, cumple un año en funcionamiento. La nave de Urueña está en buen estado, pero las instalaciones de Diasa han sufrido robos y actos vandálicos.

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