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Más de la mitad de los habitantes de las Cuencas superan los 50 años

Los mayores de 65 años triplican a los menores de 14 l La creación de empleo se ve como la única solución

Más de la mitad de los habitantes de las Cuencas superan los 50 años

Los hermanos Coen podrían rodar en las Cuencas la película antónima de "No es país para viejos". Y es que las últimas estadísticas de población del INE (Instituto Nacional de Estadística) deja a las claras que la pirámide poblacional de las comarcas mineras es ciertamente preocupante. La tendencia a la baja en el Nalón y el Caudal de las últimas décadas y el creciente éxodo de jóvenes denunciado por los sindicatos se refleja fielmente en las cifras del INE. En las comarcas mineras, uno de cada dos habitantes tiene más de 50 años, y casi uno de cada tres tiene más de 65. De los 138.681 habitantes que registraba el organismo estatal en las Cuencas, en el año 2017, apenas un 20% son menores de 29 años.

Según los datos que refleja el INE, en el global de las comarcas mineras, la población infantil apenas llega al 8,26 por ciento, es decir, menos de nueve niños de hasta 14 años por cada 100 habitantes. No mejora mucho la estadística en el siguiente tramo de edad, entre los 15 y los 30 años, donde solamente se llega al 11,01 por ciento. Los tres tramos siguientes están bastante parejos en porcentaje. Así, de entre 30 y 49 años, las comarcas mineras tienen a 27 habitantes por cada cien. Entre 50 y 65, serían casi 26 personas, mientras que el mayor cupo es de mayores de 65, con casi 28 ciudadanos de cada centenar. Esto supone que más de la mitad de la población de las comarcas mineras tiene más de medio siglo.

Si se toman los datos por comarcas, la del Nalón está algo más envejecida, aunque las cifras son bastante similares. El valle tiene una población de 72.757 habitantes, de los cuales, más del 54 por ciento son mayores de 50 años. La población joven, hasta los 14 años, apenas supone un 8,1 por ciento, mientras que entre 15 y 29 tampoco llega al 11 por ciento (10,42). A continuación, casi 27 de cada cien vecinos se encuentran entre los 30 y los 49 años. Y de nuevo, los tramos entre 50 y 65, y los mayores de esa edad suman un importante grupo poblacional, con más de la mitad de vecinos. En el valle del Nalón, el concejo con la población más envejecida es Caso. Casi cuatro de cada diez vecinos supera los 65 años, y seis de cada 10 tiene más de 50 años. El municipio casín apenas tiene jóvenes, ya que ni siquiera cuatro de cada centenar son menores de 15 años.

Laviana es, por estadística, el concejo con la población menos envejecida del valle. El 22,3 por ciento de sus habitantes tiene menos de 30 años, y es el único municipio que supera el 11 por ciento en el tramo de niños hasta 14 años. En el caso de los vecinos mayores de 65, el porcentaje es de un 24,5 por ciento, solo un 0,1 más que Langreo, que es el concejo con menos gente en ese tramo en las Cuencas.

En el caso del valle del Caudal, la población que supera la edad de jubilación es de menos del 27 por ciento, y la infantil y juvenil, de poco más del 20. El mayor rango se sitúa entre los 30 y los 49 años, donde algo más de 27 de cada cien ciudadanos oscilan entre esas edades.

Tomando los datos del INE por concejos, la estadística refleja que el municipio de Aller es el más envejecido. La población mayor de 65 años es de un 28,6 por ciento, mientras que entre 50 y 65 años hay un ratio de 26,6 por ciento, lo que significa que más de 55 vecinos de cada cien supera el medio siglo de edad en el municipio. En el caso de la población infantil, solo un 7,6 por ciento tiene menos de 14 años, y menos de un 12 por ciento se encuentra entre los 15 y los 29 años.

En el lado contrario de la balanza se encuentra el concejo de Morcín. Aunque supera la mitad de su población supera los 50 años (50,3 por ciento), está tres puntos por debajo de la media comarcal, y casi cuatro de la media de las comarcas mineras. Además, es el único municipio del Caudal en el que más del 20 por ciento de la población es menor de 30 años, y en el que uno de cada diez habitantes es menor de 14.

Las cifras de la población en las comarcas mineras parecen ciertamente alarmantes. Y es que con una pirámide poblacional tan envejecida, la tendencia apunta a que el censo va a seguir disminuyendo. El cierre del sector minero, que hace algo más de dos décadas empleaba a casi 30.000 personas, y la falta de alternativas al empleo resultan claves al ahora de analizar los datos.

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