Londres / Madrid

McLaren es una bomba permanente. Después del agitadísimo fin de semana en la escudería, en pleno Gran Premio de Hungría, ayer medios de comunicación británicos aseguraban que Ron Dennis ya habría dicho a Fernando Alonso que cuenta con el visto bueno para dejar el equipo a finales de temporada.

El prestigioso diario «The Times» señalaba ayer, apelando a fuentes bien informadas del equipo, que Dennis, el jefe de la escudería, está harto del conflicto desatado entre Alonso y Lewis Hamilton, y que «es comprensible que le haya comentado que puede marcharse (en referencia a Fernando Alonso), porque están hartos de él», según las fuentes del periódico.

En su información, el «Times» también señala la posibilidad de que Alonso vuelva a Renault, donde reemplazaría al italiano Giancarlo Fisichella, que fiche por Ferrari o un cambio de escudería con rumbo a BMW o incluso Toyota, escuderías ambiciosas y con muchos medios económicos, pero carentes de pilotos de gran nivel.

Alonso tiene un contrato con la escudería anglo-germana hasta finales de 2009, con un salario que ronda los 15 millones de euros, también según la información citada.

En el entorno de Alonso no consta, sin embargo, esta comunicación de Dennis al piloto ovetense. Las personas consultadas ven, en todo caso, difícil que se rompa el contrato. Las informaciones británicas tal parece que quieren añadir leña al fuego y arrimar el ascua a Hamilton.

En cualquier caso, la situación que vive McLaren parece cada vez más insostenible y, por tanto, resulta muy lógico pensar que la solución pase por la salida de uno de los dos «gallos de pelea». Y si bien Alonso parece el principal candidato para ello, hay otros medios que no descartan incluso a Hamilton como el piloto que cambiaría de colores para la próxima temporada.

Se ha citado a Ferrari como el posible nuevo destino del inglés y el motivo económico como causa de la ruptura, al haber solicitado el líder del Mundial en estos momentos un sustancioso aumento de sueldo, lo que habría también molestado mucho a Ron Dennis, que no ve forma de echar el freno a esta escalada de incidencias en la escudería. Sin embargo, es conocido el especial vínculo que une a Dennis y Hamilton desde el comienzo de la carrera de éste y no parece que haya llegado el momento de que se rompa.

De ahí que la salida de Fernando Alonso tome cuerpo. La incógnita es adónde dirigirse. Ferrari parece la opción más probable, pero siempre y cuando no esté Jean Todt, el equivalente a Dennis en el equipo italiano, que ha dicho que no quiere a Alonso en su equipo. Pero todo parece indicar que los dirigentes de Ferrari están dispuestos a dar un vuelco total al equipo y esto pasa por cargarse a Todt, el responsable, junto a Schumacher, del más reciente gran período de gloria de la escudería italiana.