Múnich, Efe

El Getafe, el único superviviente español en la Copa de la UEFA, buscará hoy en Múnich empezar a convertir el sueño fabuloso que ha sido su participación en la Copa de la UEFA en algo con visos de leyenda, al enfrentarse al Bayern de Múnich, uno de los equipos con mayor tradición en Europa.

«¿Y si ganamos qué?», fue la pregunta del entrenador del Getafe, el danés Michael Laudrup, cuando se conoció el rival del Getafe en los cuartos de final de la competición.

Ante el Bayern, cuatro veces campeón de Europa y favorito para ganar la actual edición de la Copa de la UEFA, el equipo del sur de Madrid no tiene nada que perder y eso le hace llegar sin presiones a la eliminatoria.

Para enfrentarse a los alemanes, el técnico danés no podrá contar con dos de sus titulares habituales. Los defensas Daniel «Cata» Díaz, lesionado, y Lucas Licht, sancionado, no saltarán al césped del Allianz Arena. Sus sustitutos, probablemente, serán Mario Álvarez, que acompañará al recuperado David Belenguer, y Franck Signorino, único lateral izquierdo disponible para la causa.

La principal duda será la presencia en el once de Pablo Hernández, que acaba de salir de una lesión. El valenciano podría jugar en la segunda parte, y su puesto sería ocupado por Jaime Gavilán. Con Rubén de la Red, que abandonaría por fin sus tareas defensivas, y Javier Casquero, se completaría el centro del campo. Arriba parecen fijos Ikechukwu Uche y Juan Ángel Albín.

En la portería, el argentino «Pato» Abbondanzieri volverá a dejar sentado a su compatriota Óscar Ustari, mientras que David Cortés ocupará, en detrimento del rumano Cosmin Contra, el puesto vacante en el lateral derecho de la zaga. Algún jugador se tendrá que quedar en la grada, ya que toda la plantilla, excepto «Cata» Díaz, viajó a Múnich para hacer piña.

Para Abbondanzieri, el partido de Múnich es algo «para disfrutar». La presión está claramente del lado del Bayern, cuyo entrenador, Ottmar Hitzfeld, empezó a trabajar desde que se conoció al rival para que sus jugadores no cayesen en la tentación de subestimar al Getafe.