Gijón, Víctor RIVERA

«Las soluciones son bien claras, sale uno y entra otro, o salen cuatro y entran cuatro. Pero preferiría que no fuera así». Ante el tramo decisivo de la competición, aquel en el que no se puede fallar, Manuel Preciado tiene claras las debilidades de su equipo. Los fallos defensivos están suponiendo un alto peaje para un Sporting que sólo ha sumado un partido con los cinco goles marcados en los dos últimos partidos. «Hay cosas que son muy difíciles de corregir entrenando y uno tiene que buscar soluciones», insiste el técnico, que amenaza a sus futbolistas con una terapia de banco para el que se no se corrija: «El cambio de sistema está descartado, así que habrá que cambiar de hombres».

El primer damnificado puede ser Gerard. El central catalán lleva unos partidos de capa caída y está lejos de ser aquel defensa que deslumbró durante la mayor parte de la competición. A Gerard el año se le está haciendo largo y parece acusar la inactividad de la campaña anterior. «Gerard anda con problemas de sobrecargas e igual es conveniente que pare, porque con una semana de descanso puede mejorar», analizó Preciado, que espera que el zaguero recupere su mejor tono.

Lo que tiene claro el técnico es que «no es un problema del grupo, sino que es un problema individual. Cada uno debe saber, en cada minuto del partido, en qué parte del campo juega y cuál es su misión». Es decir, que el entrenador quiere que sus futbolistas sean más prácticos y que sepan cuándo «mandar el balón a la tribuna». El caso es que los errores se producen en momentos puntuales: «En conjunto, el equipo ha defendido muy bien, le ha dado muy pocas concesiones al Málaga, pero no hemos complicado el partido en acciones raras en las que nosotros teníamos la pelota».

El Sporting ha marcado cinco goles en dos partidos, pero ha encajado seis. Un lujo que no se puede permitir un equipo que quiere ascender. «Recibir tantos goles no es agradable y es un problema de difícil solución si no hacemos todos una reflexión y estamos mucho más concentrados», reitera el técnico. Sin embargo, Preciado aclara que «nos hacen muy pocas ocasiones de gol y las materializan casi todas».

Lo que está claro es que el equipo sale tocado en su ánimo por la poca rentabilidad que saca de su trabajo: «Da rabia hacer un esfuerzo tan grande en estos dos partidos, haber marcado cinco goles y que sirva para tan poco».

El técnico recuerda que, hace unas semanas, la defensa era la línea más solvente del equipo: «Hasta hace poco, éramos uno de los que menos goles encajaba».