Oviedo, Mario D. BRAÑA

Desde 1960, en Roma, el piragüismo asturiano ha tenido representación en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos. Ahora, a cuatro meses de Pekín-08, esta especie de tradición está en el aire. Los cuatro palistas que compitieron en Atenas (Jana Smidakova, Isabel García, Javier Hernanz y Fran Llera) se jugarán a todo o nada sus últimas opciones del 15 al 18 de mayo en la pista de Idroscalo (Milán). El sábado se sabrá si a ellos se une Milín Llamedo, el último producto de una de las canteras más fructíferas de España.

Salvo el gallego David Cal, que ya hizo los deberes y tiene el pasaporte olímpico para intentar repetir sus éxitos de Atenas, todos los palistas de la selección española se jugarán la clasificación en Italia. Lo tendrán muy difícil porque hay pocas plazas en juego, consecuencia de la política del Comité Olímpico Internacional (COI) de universalización del piragüismo: hay que dejar hueco para representantes de todos los continentes, aunque no tengan el nivel mínimo.

Los apuros han provocado una actividad frenética en las concentraciones de España, en la búsqueda de las mejores opciones. Los cambios han afectado a los asturianos. Jana Smidakova se mantiene en el K-4, junto a las gallegas Teresa Portela y Sonia Molanes, y la andaluza Beatriz Manchón. Isabel García, diploma en Sydney y Atenas, ha tenido que bajarse del barco de equipo y en el Europeo lo intentará en el K-1 1.000.

Fran Llera, que había consolidado durante los últimos cinco años un K-2 con el catalán Damián Vindel, también ha tenido que centrarse en un K-4 que completan Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial, precisamente la pareja elegida para hacer el K-2 500. El problema del K-4 es que en Milán sólo hay una plaza en juego y rivales tan peligrosos como Italia, Rumanía, República Checa y Ucrania.

Miguel García, el técnico asturiano de la selección española, señaló que sería importante clasificar el K-4 para Pekín porque, según la reglamentación, una vez en los Juegos esos cuatro palistas podrían competir también en K-2 y K-1.

Javier Hernanz, que participó en Atenas con Pablo Baños, buscará plaza olímpica en K-2 1.000 metros con el palentino Diego Cosgaya, ex campeón del mundo junior. Otro técnico asturiano, José Seguín, considera que quizá el Europeo llegue un poco justo para un barco de reciente creación, pero cree que pueden lograr una de las dos plazas en juego.

Otro palista que se entrena a las órdenes directas de Seguín, el parragués Emilio Llamedo, tendrá que esperar al sábado para confirmarse como representante en el Europeo en K-1 1.000 metros. Parecía que se había ganado la plaza con su triunfo en la prueba de la Copa de España de Orense, pero la Federación ha decidido realizar un último control pasado mañana en la pista pontevedresa de Verducido. Sus rivales serán los veteranos Emilio Merchán y Jovino González, con los que está manteniendo una dura pugna en todas las pruebas de esta temporada.