Los corredores no se están tomando ni un día de tregua en esta edición de la Vuelta a Asturias. Las medias horarias así lo demuestran, a una velocidad infernal.

Muy pocas vueltas del calendario internacional pueden ofrecer al público los paisajes, puertos, costas... en definitiva, un paraíso natural del que gozamos los asturianos. Cada día vemos un entorno diferente; nos acompañó el sol y, como no, el orbayu. Hoy abandonaremos la costa y nos adentraremos en la alta montaña. Con la batalla que hubo hasta ahora en puertos de apenas tres kilómetros, nadie se puede perder la etapa de hoy.

Todo el mundo daba por sentenciada la carrera el primer día, tras la exhibición del equipo LA Aluminios, pero la victoria de Garzelli en el primer sector de Llanes y la consiguiente bonificación dejaba claro su enorme interés por la general. En la contrarreloj, lo relevante fue nuevamente la colocación de los tres corredores de Zeferino en los tres primeros puestos de la general. Ayer, en una etapa denominada de transición, Garzelli volvió a ganar y remontó, gracias a las bonificaciones, hasta el segundo puesto de la general, dejando la carrera muy emocionante para El Acebo.

Hay que destacar la valentía de corredores que se metieron de nuevo en una escapada, como Manuel Vázquez o Isidro Noval, al que sólo le sobraron tres kilómetros para llevarse la victoria de la etapa en la tierra en la que vive actualmente y por la que se entrena diariamente.

Por otro lado, el esprínter llanisco Joaquín Sobrino se sigue acercando a la victoria. En Llanes fue quinto y ayer, tercero. Si sigue con esa progresión podríamos verle inaugurar su palmarés profesional en la última etapa, que se disputará mañana entre Cangas de Narcea y Oviedo, con final en la calle Calvo Sotelo.