Santander, Efe

Marcelino García Toral, entrenador del Racing de Santander, anunció ayer que deja el club cántabro para irse «a casa» y, entre lágrimas, ha dicho que se va de Santander tras unos días «alegres pero muy duros» y después de haber vivido «una bonita historia, que», admitió, «no esperaba».

«Los objetivos conseguidos son superiores a los previstos, una segunda temporada podría suponer la pérdida del encanto», explicó García Toral, quien aclaró que tomó esta decisión a finales del mes de marzo, «con la cabeza fría».

«Lo único que quiero decir es que no soy un desagradecido», añadió el técnico asturiano, quien reconoció que en los últimos días, junto con su equipo, formado por su segundo, Rubén Uría, y el preparador físico Ismael Fernández, había valorado la posibilidad de de revocar su primera decisión.

Después de clasificar al Racing para la UEFA y tras las numerosas muestras de reconocimiento que le han brindado a Marcelino en los últimos días desde todos los sectores de la sociedad cántabra, el técnico ha preferido mantener la decisión que adoptó inicialmente «desde la paz, la estabilidad y con la cabeza fría».

«Esta bonita e inesperada historia que nos ha tocado vivir podría cambiar», opinó Marcelino, consciente de que en el fútbol todo depende de «si el balón entra o no entra». «Es difícil superar esto», agregó el técnico, sin que le dolieran prendas a la hora de reconocer que en su decisión «hay una parte de miedo».

«Es difícil repetir cuando los objetivos que se logran son muy superiores a los previstos», resumió el técnico asturiano, que hizo hincapié en que se marcha para irse «a casa», porque, explicó, «ahora no tenemos nada firmado, ni adelantado, ni hablado con ningún equipo, aunque en su día sí hubo algo».

«Si cambiara ahora de decisión en beneficio propio sería un veleta y perder lo que siempre fuimos. Y nunca hay que renunciar a lo que somos», opinó Marcelino. Además, dejó claro que, por su parte, deja la «puerta abierta» para volver a entrenar al Racing y que le gustaría tener esa posibilidad «siempre que haya pasado un tiempo por medio».

También explicó que la decisión que adoptó hace dos meses no fue comunicada a la afición por el «interés del Racing», ya que, a su juicio, «el Racing, Santander y Cantabria están por encima de las personas que ocupan los cargos».

«El Racing no puede ser plato de segunda mesa», añadió Marcelino para explicar otras de las razones por las que considera que no debe modificar ahora su decisión por el hecho de no contar con una oferta para entrenar la próxima temporada.

Marcelino expresó su agradecimiento a todos los estamentos del club y, especialmente, a los futbolistas de la plantilla, «por su máxima actitud, disposición y respeto». Y también hizo extensiva su gratitud a la afición, en el momento más emotivo de su conferencia de prensa, en la que Marcelino, entre lágrimas, explicaba que «los últimos días han sido alegres... y duros».

«Es complicado que la próxima temporada empecemos entrenando, porque a día de hoy no ha surgido una posibilidad interesante», insistió Marcelino, y también señaló que en su mente no está la idea de dirigir al Sporting.

«El Sporting tiene entrenador con contrato y espero que ascienda de todo corazón», destacó el entrenador asturiano, para quien «es difícil, por no decir imposible», que entrene al equipo de su tierra «a corto plazo».

En el momento del adiós, la congoja no sólo atenazó a Marcelino, sino que también hizo mella en el presidente del club, Francisco Pernía, quien consideró: «Es un día de alegría por los resultados y de tristeza porque se rompe la relación con el equipo técnico».

«Marcelino es una gran persona y un gran profesional», opinó Pernía con la voz entrecortada y, antes de fundirse en un abrazo con el técnico, subrayó que «siempre tendrá abiertas las puertas del Racing».

Pernía, emocionado en el adiós de Marcelino, no dudó en elogiar la campaña del equipo, con una histórica clasificación europea, y aseguró que el entrenador tendrá «siempre abierta la puerta» de la entidad. «La postura por parte de Marcelino es firme. He ganado tres amigos, tres familias», expresó el máximo mandatario racinguista en alusión a los tres integrantes del cuerpo técnico.

«Dentro de esa tristeza, porque se rompe la labor del entrenador..., Marcelino es una gran persona y un gran profesional. Siempre tendrá la puerta abierta del Racing y creo que de todos los cántabros», añadió Pernía, que apenas pudo contener las lágrimas.

Marcelino, también con tristeza, explicó que «habíamos tomado la decisión de no seguir porque queríamos buscar la posibilidad de entrenar a un equipo con el que dar un salto para luchar por competiciones altas, un equipo de los denominados grandes», explicó.