Ciclista, ganador de la carrera de San Sebastián

Oviedo, Álvaro FAES

Al día siguiente de ganar en San Sebastián, Carlos Barredo se levantó pronto y se fue directo hacia su coche. Quería ver de nuevo el trofeo y las flores, constatar que su primera victoria en una prueba UCI Pro Tour había sido real. A sus íntimos siempre les había confesado que su sueño era ganar una de las grandes clásicas, quizás en Flandes o en Lieja. Y así se refleja en su página web oficial. Hasta ahora, su mayor triunfo había sido una etapa en la París-Niza del año pasado, pero hacía tiempo que andaba colocado siempre por delante cuando empezaba el reparto de premios en las pruebas de un día. Obsesivo del orden y algo supersticioso, se enroló en el Quick Step, un equipo de clasicómanos, con la esperanza de triunfar algún día en una prueba grande. Junto a figuras como Bettini y Boonen, aprendió todos los trucos de unas pruebas donde prima tanto la inteligencia, el saber colocarse, como la frescura de piernas en el momento decisivo. Le aguardan unos días de descanso en Gijón, antes de prepararse para la Vuelta a España con otro objetivo: que el seleccionador Paco Antequera se lo lleve al Mundial de Mendrisio (Suiza).

-Ya en casa, ¿cómo asimila su victoria en la clásica de San Sebastián?

-Muy bien, con alegría. Lo primero que hice al levantarme fue bajar al coche para ver los trofeos y así convencerme de que de verdad había ganado.

-El mayor triunfo de su carrera después de aquella etapa en la París-Niza de 2008.

-Sí, siempre he estado arriba en este tipo de pruebas. En 2007, en San Sebastián, ya había estado cerca de la victoria. Pero de eso a ganar una clásica UCI Pro Tour hay un paso muy importante. El sábado supe aprovechar bien mis oportunidades.

-A pesar de que sufrió una caída bajando el Jaizquíbel.

-Pensé que se habían acabado mis opciones porque, aunque me pude levantar rápido, luego estuve algo descentrado.

-¿Le han quedado heridas?

-Esta mañana tenía bastante inflamada la cadera. Fue un buen golpe, pero se lleva mucho mejor con una victoria como la que conseguí.

-En el Tour no estuvo mal, pero no llegó la victoria de etapa, que era su objetivo, ¿queda compensado con el triunfo en San Sebastián?

-Al Tour fui con la idea de llevarme una etapa, pero no lo conseguí. Y claro que me compensa esta victoria. Es algo que no olvidaré.

-Siendo la prueba en San Sebastián, cerca de casa, ¿fue a verle competir alguien de su familia?

-La mayoría lo siguió desde casa por televisión, pero sí había ido mi novia, que se acercó desde Madrid, así que la visita no pudo producirse en mejor momento.

-¿Le veremos en septiembre en la Vuelta a España?

-Sí, por supuesto. La idea era hacer las clásicas de la primera parte de la temporada y después el Tour y la Vuelta. Pero antes de volver a coger la bicicleta voy a disfrutar de unos días de descanso.

-¿Qué me dice del Mundial de Suiza?

-Que mi objetivo es entrar en la selección que vaya a competir allí. Soy consciente de que es muy difícil, pero lo voy a intentar. Ya estuve hace dos años y el pasado me quedé fuera por la caída que tuve en la Vuelta a España, así que me toca luchar para volver.

-Pues hay quien asegura que tiene madera para ganar un Mundial.

-Es una carrera de un día y hay que saber moverse. Estos años he aprendido mucho de compañeros como Paolo Bettini y Tom Boonen. El equipo me daba libertad para correr siempre cerca de ellos y ayudarles al final. Tenemos una selección muy fuerte, nunca se sabe. Hace dos años, en el Mundial de Alemania, estuve trabajando delante casi hasta el final. Algún día espero tener la oportunidad, pero prefiero ir paso a paso y ahora mismo sólo pienso en disfrutar del triunfo en San Sebastián.

-Un triunfo el suyo muy táctico, por otra parte.

-Fue un final de carrera complicado. Primero, por la caída en Jaizquíbel. Y luego me la jugué en solitario. Vino Fédrigo y después nos cogió Luis León. No nos entendimos, y eso que le llegué a decir que me valía el segundo puesto, pero desconfiamos el uno del otro, nos conocemos demasiado bien. Así que nos cogieron y hubo algo de descontrol que me benefició. Cuando arrancó Kreuziger (Liquigas) me di cuenta de que tenía que ir a por él, con la suerte de que le di alcance y luego pude ganar.

-Fernando Alonso dice que le gustaría montar un equipo ciclista, ¿qué le parece la idea?

-Que hubiera un equipo potente en España sería una gran noticia, y más todavía si tuviera alguna vinculación con Asturias. Ahora somos diez profesionales asturianos y sería bonito que algunos pudieran coincidir en el mismo equipo.

-El piloto tiene costumbre de salir en bicicleta con algunos ciclistas asturianos, ¿ha llegado a rodar alguna vez junto a él?

-Coincidí con él varias veces durante sus primeras temporadas en Renault. Éramos un grupo que solíamos salir juntos.

-Pero ahora anda como una moto, hasta se entrenó en enero una mañana con el Cervélo de Carlos Sastre.

-Ya entonces andaba muy bien en bicicleta, lo que pasa es que la gente no lo sabía.

Carlos Barredo Llamazales

Nace el 5 de junio de 1981 en Oviedo, pero crece en Taranes (Ponga) junto a sus padres. A los 9 años la familia se traslada a Gijón, donde el mayor de los dos hijos de Raquel y Juan Carlos se inicia como ciclista en el Estel-Las Mestas. Su formación deportiva y personal transcurre en la villa de Jovellanos, de ahí que se considere gijonés. Carlos Barredo es un fiel seguidor del Sporting y amante de los dulces, su mayor problema a la hora de cumplir con la báscula. Su peso ideal es de 61 kilos, mide 1,77 metros y su corazón bombea en reposo a tan sólo 38 pulsaciones por minuto. Hasta su triunfo del sábado en la clásica de San Sebastián, su mayor éxito había sido una victoria de etapa en la París-Niza de 2008.

«Cuando me caí en Jaizquíbel pensé que todo se había acabado porque eso me descentró bastante»

«En septiembre estaré en la Vuelta con la intención de lograr una plaza en la lista para el Mundial»

«En el Quick Step siempre me han dado libertad y he aprendido mucho de gente como Boonen y Bettini»

«Fernando Alonso siempre anduvo muy bien en bicicleta, sólo que mucha gente se está enterando ahora»