Gijón, Víctor RIVERA

La pasión por el Sporting ha encontrado, en sus cien años de historia, distintos soportes para manifestarse. Los medios de comunicación siguen a diario el devenir de este club centenario, pero también el cine con la oscarizada «Volver a empezar» como máximo exponente o la música en todos sus estilos han atendido la necesidad de expresarse del sportinguismo. «No es la primera vez que el Sporting da el salto al cómic, aunque sí es la más ambiciosa», argumenta el presidente rojiblanco Manuel Vega-Arango en el prólogo del libro «Sporting, la historia en cómic de un sentimiento», editado por el Real Sporting de Gijón y con guión y dibujos del artista gijonés Isaac del Rivero.

El libro consta de 48 páginas editadas en una excelente policromía y supone un repaso a la historia del club, aunque no se trata de una historia novelada ni cronológica. Los personajes van viviendo distintas aventuras con el referente siempre del Sporting y su historia culmina con la celebración del último ascenso, conseguido en la temporada 2007-08.

Isaac del Rivero (Gijón, 17-2-57) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de San Fernando en Madrid. Actualmente compagina su actividad docente con sus trabajos para distintas publicaciones, tanto en periódicos como en revistas. De la inspiración de su lápiz surgieron personajes tan conocidos como Toni, Sabel, Tapón o el mago Xuan Tizón.

Entre sus numerosos trabajos destacan especialmente sus dibujos en «The Punisher» para Marvel USA, con guión de Richard Radney. También ha hecho versiones en cómic de algunos libros históricos como «La aldea perdida», de Palacio Valdés, o «The cup in the forest», de Anne Collins. También se ha prodigado en el mundo de la televisión y de la publicidad. Para la elaboración de este libro ha contado con la colaboración, como coloristas, de sus hijas Lara y Elena del Rivero Fernández.

«Es un homenaje al sentimiento representado en su extraordinaria afición», continúa Vega-Arango en el prólogo. El dirigente rojiblanco agradece la aportación de Isaac del Rivero, al que define como «una garantía de sensibilidad y rigurosidad».