¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?

Sólo consigo emitir una serie de preguntas y con cierto tono de rabia tras la maldita noticia que acabo de recibir por teléfono.

Y es que desde ese mismo momento solamente ocupan mi cabeza esos clásicos recuerdos en común con Ismael. Sí, Ismael el de Careñes. Sí, Ismael el de combinadas. Sí, Ismael es el que nos ha dejado por un golpe súbito del destino en la misma pista de atletismo donde se entrenaba. Hasta el aire me faltaba cuando lo escuché.

Hace más de una década, cuando salíamos de Villaviciosa en mi viejo coche, con destino a la pista de las Mestas para entrenarnos por la antigua carretera de Gijón, teníamos una parada habitual en el desvío de Careñes para recoger a Ismael.

El tiempo fue pasando y él asentando sus cualidades de la mano del que también era mi entrenador. Demostró que podía ser un decatleta de nivel y por eso le permitieron instalarse en la residencia Blume de Madrid. Desde allí se convirtió en internacional, consiguió medallas en campeonatos de España se hizo un hueco en la historia del atletismo asturiano.

Hace muy poco tiempo, en una de sus visitas a nuestra tierra, me comentó que se había ido a Cataluña a entrenarse para seguir progresando y buscar aún mejores resultados. Una llamada me desveló que todo esto se había truncado.

Mi teléfono comenzó a recibir y a enviar llamadas a todos los que compartimos en aquella época entrenamientos en la Villa y en Gijón: comentarios de incredulidad, comentarios de rabia, comentarios de triste sorpresa. «Pero si hablé con él hace dos semanas», decía uno. «Yo también, amigo, yo también», le respondí tratando de asimilar la noticia. Aún no lo he conseguido.

Como es comprensible, el contacto desde que marchó de Asturias fue escaso. Pero en estos tiempos de blogs, de webs, de foros... seguir la carrera deportiva y los logros de Ismael González era muy sencillo.

Formábamos un grupo de fieles que comentábamos su trayectoria como un ejemplo en las pruebas combinadas. Con su reciente récord de Asturias, todos recordaremos a Isma el de Careñes como alguien que vivió el atletismo hasta su último aliento.

Desde la comunidad atlética, desde su localidad de origen, desde el grupo de entrenamiento que empezó a enseñar el atletismo en Villaviciosa... Todos los que le conocimos y tratamos con él quisiéramos mandar un fortísimo abrazo a su familia y mostrar nuestro más sincero pésame y apoyo incondicional.

Ismael, espero que sigas lanzando, corriendo y saltando allá donde estés.

Descanse en Paz.