Gijón, Nacho AZPARREN

Su lenguaje llano, su comportamiento campechano y su confesado amor por el Sporting le convierten en una de las figuras más queridas en Gijón. Miguel Ángel Revilla (Poblaciones, Cantabria, 1943) habla sin tapujos. Ese carácter fuera de los cánones tradicionales de la política es el que le lleva a atender la llamada de LA NUEVA ESPAÑA y departir alegremente sobre fútbol.

-Estará nervioso esta semana. Su Racing se juega la temporada en un partido.

-Lo que estoy es muy preocupado. La dinámica del equipo en los últimos partidos parece condenarle al descenso, pero aún nos queda una última oportunidad.

-Y se jugará todo ante su otro amor, el Sporting.

-Será un partido tremendo, lástima que no podré acudir hasta el segundo tiempo.

-¿Y eso?

-El domingo se celebra en Santander la cumbre entre la Unión Europea y México. El avión de las personalidades sale a las siete y debo acompañarles, pero iré todo el trayecto con Zapatero escuchando el partido entre Racing y Sporting en la radio del coche oficial. Así que les pido a los aficionados gijoneses que sustituyan mi apoyo al Racing en esa primera parte para que logremos el objetivo.

-¿Le pide a la Mareona que anime al rival?

-Se lo suplico. Hago un llamamiento de auxilio para que los sportinguistas animen al Racing y lo hago desde la autoridad moral que me confiere mi confesado amor al Sporting. Ahora mismo estoy en mi despacho ante un cuadro de enormes dimensiones que me regaló la peña sportinguista Los Tres Ases. En la foto salgo escanciando sidra, muy feo por cierto, junto a Quini, Ablanedo y Jiménez. Si la situación fuera la opuesta pediría la salvación rojiblanca.

-Habrá oído hablar del llamado «Pacto de Llanes», según el cual el Sporting se dejará ganar.

-En mi vida he oído hablar de eso. Es difícil que no me entere porque tengo buenos espías que me informan de todo lo que ocurre por estas tierras. A mí me suena a una tontada. El único pacto de Llanes que conozco es el de dar un paseo por su puerto, donde siempre que voy la gente me trata con cariño y me invita a unos culines de sidra.

-¿Cómo valora la temporada del Sporting?

-Ha sido una alegría inmensa. Con la plantilla que tiene, lo que ha hecho este año es verdaderamente heroico. Han dado una muestra de casta que ya me gustaría que la hubiera demostrado el Racing. Se nota la mano de mi paisano Preciado que ha construido un equipo con mimbres.

-Es Preciado un cántabro exitoso en la región, pero no se puede decir lo mismo hasta el momento de «Furaco»?

-A «Furaco» hay que darle tiempo, el primer año las hembras y él todavía no se conocían lo suficiente, veremos qué ocurre ahora. Eso sí, que nadie piense en vengarse del Racing por «Furaco», porque entonces mando otros cuatro osos mañana mismo. Tengo 82 aquí así que no habría problema.

-¿Alguna recomendación para los jugadores del Sporting?

-Sí. Les diría que se tomaran la semana con relajación. Pueden hincharse a comer fabada y a hartarse de sidra, que Preciado no les regañará. Con un poco de suerte llegarán con algo de sobrepeso a Santander. Seguro que los jugadores vendrán a luchar pero, sin pasarse. ¡Cómo nos vamos a dar patadas si somos vecinos!