Llovía con fuerza cuando Fernando Alonso terminó su ronda de explicaciones después de un día de trabajo en la pista. Aún debía verse con los ingenieros y acudir a la reunión de pilotos, un encuentro siempre imprescindible, pero más en Mónaco por las exigencias de seguridad que pide una pista sin escapatorias, con los coches limando los guardarraíles y las barreras. El agua respetó los entrenamientos libres pero cortó la tarde a los cientos de aficionados que peregrinan junto a la valla que separa el paddock del muelle. En un espacio reducido se agolpan a la espera de la firma. Y el ovetense se paró un rato con ellos. Arriba, en la escarpada pelousse, los aficionados asturianos se hacían notar con sus banderas azules. Algunos hacían doblete desde Montmeló. El piloto estaba contento por ver su coche otra vez en el foco de la competición, después de la superioridad de Red Bull la semana pasada. «No nos venía muy bien la pista y por eso había tanta diferencia. Soy optimista. Ya dije que esperaba tener un coche fuerte y lo hemos confirmado. El trabajo fue bueno, pero solamente son entrenamientos», dijo.

En Mónaco la pole es sinónimo de victoria si el dueño logra escapar de los incidentes en la salida. Ahí está el objetivo de Fernando Alonso. «Aquí, el sábado, cuenta casi más que el domingo», explica. «Pero la pole todavía está muy lejos y, aunque hemos empezado muy bien, debemos mantener los pies en el suelo».

En las pruebas libres siempre hay equipos que se guardan cartas. Los más fuertes hasta ahora McLaren y Red Bull, anduvieron algo escondidos, sobre todo los del equipo británico. «A la hora de la verdad estarán arriba», dice Alonso, convencido de que mañana, cuando toque pelear por la pole, sus rivales serán los mismos que en las anteriores carreras.

El piloto español explicó con detalle el trabajo de toda la jornada. Pruebas de neumáticos, distintas cargas de gasolina, simulaciones de carrera y clasificación… Habló mucho y casi siempre de detalles técnicos. La única pregunta fuera del guión la despachó con elegancia. Iba sobre la victoria del Atlético de Madrid en la final de la Liga Europa. «Prefiero centrarme en mi deporte, pero me alegro de que haya ganado un equipo español. Enhorabuena a los atléticos». Palabras de un madridista reconocido, blanco esta temporada de un sinfín de bromas, que hasta ahora solamente le llegaban desde el frente español de la F1, pero que tras fichar por Ferrari le llueven también desde Italia.