Oviedo, Mario D. BRAÑA

El fichaje de David Villa por el Barcelona es cuestión de horas. Los acontecimientos se precipitaron durante la jornada de ayer y todas las partes coinciden: el traspaso es inminente y el delantero asturiano será presentado como azulgrana el viernes. Villa es el único que no ha abierto la boca en los últimos dos días, pero espera en Valencia la resolución de unas negociaciones que servirán para dar el último empujón a su carrera deportiva. El Barcelona pagará una cantidad entre los 42 y los 45 millones de euros y Villa firmará por cuatro temporadas.

El lunes, desde el Barcelona ya se reconocían abiertamente las negociaciones por Villa, mientras que el Valencia mantenía un prudente silencio. Ayer, por fin, fuentes cercanas al presidente valencianista, Manuel Llorente, reconocían que los contactos para la venta del Guaje estaban avanzados. «No se vende cuando uno quiere, sino cuando puede», declaró Llorente, que hace un año aguantó el envite de los dos grandes del fútbol español.

A lo largo de la tarde de ayer, desde Barcelona se sucedieron las informaciones que daban por cerrado el traspaso. Incluso en Wikipedia, la conocida enciclopedia de internet, durante unas horas Villa aparecía como jugador azulgrana, aunque luego se rectificó. Si no surge ningún contratiempo, hoy se cerrarán los últimos flecos, coincidiendo con la presencia de Llorente en Barcelona, invitado a la final de la Copa del Rey que se disputará en el Camp Nou.

Por si quedaba alguna duda, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, declaró ayer que «sólo faltan detalles para fichar a Villa». Esos detalles se refieren a la forma de pago de los 42 millones de euros con que podría cerrarse el traspaso, aunque la cantidad podría llegar a los 45 en función de unos incentivos por los títulos conseguidos. El Valencia se ha negado a incluir la cesión de algún futbolista azulgrana en la operación porque necesita dinero para afrontar pagos urgentes, como los relacionados con el nuevo estadio.

Los acontecimientos se han precipitado por deseo de todas las partes. Villa advirtió la semana pasada, durante un acto publicitario con Leo Messi, que despejaría su futuro antes o después del Mundial, para no vivir una situación parecida a la de la pasada temporada, durante la disputa de la Copa Confederaciones con la selección. Al Barcelona también le han entrado las prisas, tanto por la petición expresa de Guardiola, que situó a Villa como primer refuerzo, como por el interés de Joan Laporta, que abandonará la presidencia el 30 de junio.

En principio, Villa llegará al Barcelona para compensar la baja de Henry, que prepara su marcha a la liga estadounidense. Tampoco está claro que el Guaje comparta vestuario la próxima temporada con Ibrahimovic, en situación de debilidad tras su irregular rendimiento y con buen cartel en la Premier League. Según Guardiola, Ibra y Villa son compatibles, aunque habitualmente el Barcelona juega con una sola referencia atacante.

Villa llegará con todas las bendiciones al Barcelona porque también tiene el apoyo de los hombres fuertes de la plantilla. El Guaje tiene buena relación con los internacionales barcelonistas y jugadores como Xavi, Puyol y Piqué han declarado que el asturiano encajaría perfectamente en el estilo de fútbol barcelonista. Como curiosidad, a Villa le espera la camiseta azulgrana con el número 7, que se quedó libre esta temporada tras la marcha del islandés Gudjhonsen al Mónaco. De esta manera, Villa conservará el dorsal que hizo suyo en el Valencia y en la selección.