Oviedo

Los ríos salmoneros asturianos vivieron ayer la mejor jornada de lo que llevamos de la presente temporada con la captura de nueve ejemplares, que estuvieron repartidos entre los tres salmones que salieron en el Sella y el Narcea, los dos del Cares, y uno más en el Esva. El único río que se pasó la jornada en blanco fue el Eo, pese a que los cotos y las zonas libres tuvieron una ocupación aceptable por parte de los pescadores. Y es que el buen tiempo animó la presencia de pescadores en todas las riberas.

En el Sella salieron tres ejemplares, todos a cebo natural. El primero fue capturado por Eduardo de Ron Morodo, de Vigo, que pesó 5 kilos, en Tempranas. Andrés Gutiérrez Granda, de Arriondas, logró un salmón de 3,500 en Rozaones, y Aitor Louzao Allende, de Vizcaya, con un peso de 4,700, en Puente Romano.

Tres ejemplares también salieron en el Narcea, que prácticamente dobló ayer los cuatro salmones que habían salido hasta la fecha. Javier Martínez Martínez, de Pravia, echó a tierra un salmón de 4,200 kilos en el coto Texu, en tanto los otros dos ejemplares se los repartían dos cántabros de Cabezón de la Sal, padre e hijo: Tomás Díaz García, un ejemplar de 6.400 kilos y 82 centímetros, el más grande de la jornada, y Andrés Díaz Vear, de 5,300 kilos. Los tres ejemplares fueron conseguidos a cebo natural.

El Cares aportó dos salmones, que fueron pescados por Ignacio García Merodio, de Vizcaya, con un peso de 5,100, en La Concha; y por María Luisa Arranz Peña, de Cantabria, con un peso de 4,200 kilos, en Monejo. Ambos a cebo natural.

La única captura del Esva fue para el gijonés Pablo Fernández Tuya, que se llevó un ejemplar de 5,100 kilos en el coto Cortina, a cebo natural.