Oviedo, N. A.

Para Villa, el partido también tenía un componente de desafío personal. Más o menos desde que Mourinho, con afán de defender a Benzema, insinuó que al asturiano también le costaba hacer goles. Lo que seguramente no sabía el técnico portugués es que Casillas es una de las víctimas preferidas del asturiano. Con el doblete de ayer, el Guaje ya le ha hecho siete goles al arquero blanco (uno con el Zaragoza, cuatro con el Valencia y los dos de ayer con el Barça) igualando a Messi como segundo máximo goleador ante el de Móstoles. Sólo Eto'o les supera con ocho dianas.

«Hemos jugado mejor que el Madrid, imponiendo nuestro estilo. Ellos no se han sentido cómodos en ningún momento porque nos hemos impuesto en el centro del campo, que es nuestra principal fuerza», explicó el Guaje a pie de campo escasos segundos después de finalizar el encuentro. El delantero bajó las pulsaciones convenientemente para optar por un discurso sosegado: «Aún no hemos ganado nada. Estamos dos puntos por encima del Madrid pero tenemos que seguir trabajando».

La derrota también supuso una novedad en el casi inmaculado expediente de Mourinho. Por primera vez en 464 partidos de Liga, un equipo entrenado por el portugués caía derrotado por más de tres goles. Atrás quedan los registros del técnico al frente de Oporto, Chelsea e Inter de Milán. Cumplida venganza del Guaje.