Avilés, Albina FERNÁNDEZ

El Oquendo tiene hoy una buena oportunidad de sumar la quinta victoria de la temporada ante el colista, el Rececende de Lugo, una semana después de imponerse al líder, el Narón. El partido comenzará a las 17.30 horas en el pabellón municipal de Rececende.

El técnico avilesino, Roberto Garrido, no sabe con qué jugadores podrá contar. Edu está lesionado y los únicos seguros son Samu, Moi, Tomás, Pepe, Vinchi, Manute y Manu. «Del resto no sé nada. Neto lleva varias semanas sin entrenar, me imagino que por lesión, y los niños caprichosos de las categorías inferiores no tienen interés en entrenar y en jugar. En este equipo siempre se rompen la cara los mismos; el resto, cuando les apetece. Es una pena que el club no esté a la altura de sus jugadores». Garrido no oculta su preocupación. «Vine para hacer grande al Avilés, pero no se puede hacer con una base de barro. Y no es echar culpas a nadie, pero cuando los mejores jugadores no pueden estar y nos arrastramos con chavales caprichosos sin que nadie haga nada es todo imposible y dependemos de milagros».

Una nueva victoria, la segunda consecutiva, permitiría irse al descanso con la sensación de que el equipo vuelve a ser competitivo y recupera el pulso tras encadenar una racha de cinco derrotas. El fichaje de Manute ha tenido mucho que ver en ello, y la directiva continúa en el intento de cerrar lo antes posible otros que apuntalen al equipo, especialmente cuando los equipos de Honor y Plata hagan sus descartes en el mercado de invierno.