La humanidad lleva discutiendo cientos de años si el fin justifica los medios. Unos opinarán que sí, otros tantos que no. Ayer en la recta final de la media maratón de Siero, Emilio Llamedo (Cangas de Onís), imbuido del espíritu de Maquiavelo, derrotó a Enedino García (Oriente Atletismo) haciendo realidad aquello de que con tal de alcanzar la victoria cualquier medio puede ser bueno.

Hasta vale con alterar tu trayectoria. No seguir esa imaginaria línea recta que te lleva en un sprint camino de la meta, sino corregirla de modo consciente para ir cerrando a tu enconado rival contra las vallas y así impedir que tu adversario deportivo, ayer más que eso, un enemigo, te pueda doblegar. El «fair play» se había tomado un respiro en la media maratón de Siero. Un juego limpio, que a juicio de Emilio Llamedo, no había seguido Enedino García no sólo en Siero sino en una carrera anterior disputada en Ribadesella y en la que ambos siguieron la táctica, tan vieja como el atletismo, de que el corredor rápido no da relevo y el más lento lleva el peso de carrera.

Aquella situación tantas veces repetida en la historia del atletismo, que se saldó en Ribadesella con la victoria de Enedino García y que interpretaron a la perfección los maratonianos Martín Fiz y Abel Antón, encendió a Emilio Llamedo. El bombero de profesión, temeroso de verse envuelto otra vez en la «trampa» riosellana, optó en Siero por devolverle al treviense el, según su punto de vista, juego sucio del pupilo de Jaime Fernández con más juego sucio: «Sí corrijo la trayectoria, pero estamos en una calle y esto no es una pista y después de ir dando la cara desde el kilómetro 14 y no dándome ningún tipo de relevo?», explicó el vencedor en línea de meta; un vencedor y un vencido que todo hay que decirlo se tomaron un tiempo para hacer declaraciones y serenarse.

Y es que la tensión era palpable entre ambos. Enedino García, más comedido que el cangués, sostenía minutos después que Llamedo le podía haber ganado sin este tipo de maniobras que retrataban a su rival y apelaba a la idea de más vale honra sin barcos que barcos sin honra y que de «chupar rueda», valga el símil ciclista, nada de nada. Vamos, que uno es más feliz siendo segundo que primero y cuestionado.

Los jueces obviamente se posicionaron en toda esta polémica a favor de Llamedo puesto que no descalificaron de oficio como hubiera sucedido en un sprint de una etapa de ciclismo al ex piragüista riosellano porque Enedino no decidió presentar ningún tipo de reclamación. Y es que lo más positivo de una situación como la vivida ayer, que es deseable que no tenga continuidad en más carreras, es que con otros protagonistas de por medio no daría lugar a un cruce de declaraciones entre ambos sino a boxeo.

La carrera masculina que tan polémico final tuvo se había roto en el kilómetro 7, cuando los protagonistas se despegaban primero de Gonzalo Álvarez y más tarde del leonés Daniel Lazo, que intentaba de modo infructuoso darles alcance durante todo el recorrido; un corredor sin duda peligroso que venía de hacer 2:30.32 en el maratón de Sevilla, como se encargó de recordar Llamedo. Un favorito como Óscar Espiñeira no participó finalmente.

Por su parte, la leonesa Pilar Viñuela no se vio envuelta en ningún tipo de mal rollo. Repitió victoria con el mismo tipo de carrera que había realizado en la media maratón de Llanera, pero con peor tiempo como se encargó de reconocer (también ganó en Llanera Llamedo). Corrió en solitario desde el principio y sin ninguna rival que la pudiera poner en aprietos. De este modo Pilar se hacía con el triunfo por segunda vez en la capital polesa. En el podio la acompañaban una corredora cántabra que suele participar en esta carrera, Cristina Alles, y la gijonesa Mónica Arias.

La carrera que organiza el Patronato Municipal de Deportes de Siero tuvo en meta a 365 corredores que disfrutaron de uno de los mejores días que se recuerdan en lo climático de las 22 ediciones disputadas, en las que bien el frío, la lluvia o la nieve han sido casi siempre las notas dominantes. Una prueba que dio su salida a las 11 horas y no a las 11.30 como erróneamente se había informado a los medios de comunicación por parte del servicio de comunicación de la Federación Asturiana de Atletismo, que no de la organización, que sostenía que era a las 11 horas en su página web; situación que condujo al despiste a más de uno y que como lo sucedido con Llamedo y García es también deseable que no se repita.