Oviedo, Mario D. BRAÑA

Aurelio Asensio Rodríguez lleva 27 años en el arbitraje, trece de ellos en Primera División como juez asistente, y todavía se encuentra con conocidos de El Entrego que no sabían de su relación con el mundo del fútbol. Una muestra más de su discreción, tarea complicada en un mundillo tan mediático. Asensio Rodríguez (El Entrego, 21 de enero de 1966) no podrá evitar el protagonismo el próximo día 27, cuando recibirá un homenaje por su retirada, al cumplir los 45 años.

La de Asensio Rodríguez fue una vocación tardía, ya que no empezó en el arbitraje hasta los 19 años: «Conocí a un árbitro de fútbol sala, que paraba en el bar donde trabajaba de camarero, en El Entrego. Siempre me había gustado. Me animé y en seguida me presenté en el colegio. De aquella teníamos que comprarlo todo: la ropa, el silbato, la tarjeta y hasta el escudo».

Tras su cuarta temporada en Tercera División, el entreguino tomó una decisión clave para su carrera deportiva. «Por un lado veía difícil pasar de Segunda B. Y, además, me preocupaba el aspecto físico porque tuve que operarme de osteopatía de pubis. En el comité me aconsejaron que siguiera como árbitro, pero decidí pasar al cuerpo de jueces asistentes. Pensé que había más campo para progresar». Fue una impresión acertada, ya que en tres temporadas estaba en Primera División.

«Debuté con Mejuto en un Tenerife-Real Sociedad», recuerda Asensio Rodríguez del arranque oficial de la Primera de sus trece temporadas en la élite. Tras cuatro años con el árbitro felguerino acompañó al gallego Puentes Leira (tres temporadas), al canario Pérez Lima (una), al cántabro Pérez Burrull y el asturiano César Muñiz (media temporada cada uno) y las cuatro últimas con el leonés Turienzo Álvarez, junto al que cerrará su carrera el sábado, en el Osasuna-Villarreal en el Reyno de Navarra.

Aunque no accedió a la escarapela FIFA, Asensio Rodríguez fue juez asistente de Mejuto y Pérez Burrull en diez partidos de competiciones internacionales, además de dirigir la final de la Copa de Túnez con Iturralde González. Por eso asegura que «lo mejor que me queda de todos estos años es la buena relación con todos los compañeros. Como muestra, Pérez Lima va a viajar desde Canarias para estar el día 27 en el homenaje».

Asensio Rodríguez ya se siente recompensado con las muestras de cariño de sus compañeros: «Después de las últimas pruebas físicas, en el autocar, me dedicaron un aplauso. Y, ya en el hotel, me regalaron un reloj, algo que no había visto antes». Reconoce que todo esto le abruma un poco: «Me cuesta expresar los sentimientos y no sé si el día 27 podré articular palabra. Siempre me gustó el anonimato. Todavía ahora, que se televisan más partidos, hay gente en El Entrego que se ha dado cuenta de lo que estaba haciendo».

Entre sus vecinos, Aurelio Asensio es más conocido por su trabajo como administrativo en el pozo María Luisa, donde trabajo cinco años como ayudante minero. Después de muchos años sacrificando días de vacaciones por el arbitraje, no sabe cómo reaccionará a partir de ahora, «cuando vea los partidos de la tele y piense que allí podría estar yo». En la hora del adiós tiene un reconocimiento especial para José Ramón Gutiérrez, «que fue clave en mi carrera».

La cena-homenaje a Aurelio Asensio Rodríguez tendrá lugar a las 9 de la noche del viernes 27 de mayo, en Langrehotel. Las reservas de las invitaciones, que cuestan 65 euros, pueden realizarse hasta el lunes llamando a los teléfonos 650-021543 (Avelino) y 662-224388 (Sara).