A Jaime Serrano le cambió la vida hace un año. A pesar de que su equipo, el Astur, descendió de División de Honor, la selección asturiana juvenil le llamó para jugar el Campeonato de España. Allí, Pierluigi Casiraghi, ojeador del Inter, que seguía a dos delanteros valencianos, terminó por llevarse a este ovetense al que ya conocen en Italia como el «baby Maicon» por su similitud con el lateral brasileño.

«Me gusta ser un lateral que ataca. He jugado casi de todo: de central, medio centro, extremo izquierdo, derecho. Sé defender, pero lo que realmente me gusta es subir con el balón», argumenta Serrano para tratar de dar una explicación a una comparación que le hace ruborizarse. Con lo que ya sueña el asturiano, ahora de vacaciones en Oviedo, es con la próxima temporada, en la que tendrá la oportunidad de entrenar una vez por semana con la primera plantilla del Inter. «Es una pasada, estar entrenando y ver a los profesionales a tu lado; es que ni te lo crees», dice.

Ha pasado un año y poco queda ya de los temores del comienzo, del miedo a lo desconocido. Ahora Jaime Serrano se encuentra cómodo en el norte de Italia. «Espero quedarme mucho tiempo allí. Ahora no me veo fuera de Italia. Al principio me costó mucho, pero ahora no me quiero marchar», afirma con convicción este introvertido joven de 18 años. Al poco de llegar, el Inter le cedió al Varese para que jugara en el equipo que compite en el torneo Primavera, donde juegan los que serían los filiales de los grandes equipos aquí. Ahí pueden estar hasta los 20 años. «Es como la División de Honor juvenil de aquí, pero con algo más de nivel», explica Serrano.

En principio, el Varese era uno de los modestos de esta competición, pero tras una fantástica campaña quedaron segundos, por encima del Inter. El buen rendimiento de Serrano convenció a los de Milán para repescarlo para su equipo, en este mismo torneo, algo que alegra enormemente al jugador: «Prefiero Milán para vivir. Varese es una ciudad más pequeña, muy cerca de Suiza, pegada a los Alpes; hace mucho frío».

Con el idioma controlado, con un año de experiencia en Italia, habiendo sido comparado ya con Maicon y repescado por el Inter tras su cesión, Serrano encara la temporada lleno de ilusión. Desde la distancia mira con escepticismo el futuro del Oviedo, del que espera que «comience la temporada como ha terminado ésta». Seguidor del Madrid, se reconoce un entusiasta admirador de Mourinho: «Es mi ídolo. Siempre va de frente, te lo dice todo a la cara y sin complejos. Me gusta mucho y creo que está a la altura del Madrid», dice.

Esta temporada que arrancará en breve Serrano verá desembarcar a varios asturianos más en Italia. Luis Enrique será el próximo entrenador de la Roma y Marcos López colaborará con él. También el lateral José Ángel podría ir para la capital italiana. Serrano les advierte de que en Italia «se juega más duro», pero confía en que «Luis Enrique logrará implantar el estilo del Barça».