Gijón, Á. CABRANES

Las caras de los jugadores al final del partido reflejaban la decepción de quedarse con la miel en los labios. El buen inicio y el tanto de Carmelo dieron pie a confiar en que el desenlace del encuentro ante el Osasuna caería del lado rojiblanco. Una esperanza que se apagó, poco a poco, en la segunda parte. «Te vas con una sensación de rabia», explica Lora. El mostoleño, que regresó a la titularidad ante los navarros, lamenta que el rival «sólo tuvo una ocasión en la segunda parte y la aprovechó para marcarnos el gol. Esto acabó por complicarnos en un momento en el que veíamos que nos podíamos llevar el triunfo».

El empate tuvo sabor a derrota. El deseo de conseguir un triunfo que permitiera a los rojiblancos acercarse a los puestos de salvación era casi una obligación. Todo pareció a salir de boca cuando, en el minuto 32, el Sporting logró estrenar el marcador tras un remate de Carmelo a centro desde la izquierda de Nacho Cases. El estreno de Iñaki Tejada en el banquillo no pudo terminar con final feliz. «Nos hemos adaptado bien a los conceptos del nuevo entrenador. El equipo se mostró fuerte en los primeros minutos y el tanto nos abrió el camino. Estábamos cómodos hasta que se llegó al descanso», explica Lora.

El orden táctico al que se aferra el técnico vizcaíno y la apuesta por la proyección ofensiva de los laterales tuvo en la actuación del mostoleño uno de los mejores ejemplos. Lora volvió a ser el futbolista que tenía acostumbrado a la afición la pasada temporada, aunque el reparto final de puntos no acabe por dejarlo satisfecho. «El planteamiento del partido fue diferente y nos dio un buen resultado en la fase inicial. Ahora tenemos que analizar qué sucedió en la segunda parte. No es que decidiéramos asegurar la ventaja que teníamos, pero nos faltó igualar el rendimiento de los primeros minutos». El rojiblanco cree que «el bajón físico puede haber sido una de las causas, pero no podemos excusarnos en ello».

Ser el asistente del tanto que abrió el marcador no evita que Nacho Cases salga cabizbajo de El Molinón. El gijonés protagonizó una internada por el carril izquierdo y acabó sirviendo en bandeja a Carmelo el tanto que supuso el 1-0 ante el Osasuna. La sensación, al final de los noventa minutos, es, en su caso, «agridulce». «Pudimos haber ganado. Lo hemos intentado dar todo, pero al final consiguieron empatarnos. Es el fútbol». El canterano no encuentra explicación a que el equipo mostrara su peor cara en el segundo período. El Sporting borró la imagen ordenada que protagonizó en la primera parte y dio sensación de cierto cansancio. «No sé si pagamos la intensidad y el esfuerzo mostrado en la primera mitad. Tengo claro que el Osasuna no ha hecho mucho para empatar, pero, aun así, lo consiguió. Sólo queda seguir trabajando para que no se repita», asume Nacho Cases.