Asegura que ser el abanderado de España en los Juegos de Londres sería «la ilusión de mi vida», considera «imposible» que existan deportistas de élite que se dopen y destaca que «siempre he tributado en España, y muchos millones». Rafa Nadal no eludió ningún tema ayer en «Los desayunos» de TVE, en una entrevista en la que aseguró haber pagado al Fisco cerca de 40 millones de euros, tanto por su actividad personal como por la de sus empresas.

«Yo, Rafael Nadal, siempre he tenido el domicilio fiscal en Mallorca, por lo cual siempre he tributado en España. Algunas sociedades en las que participo estuvieron domiciliadas fiscalmente en el País Vasco y concretamente en Guipúzcoa, porque gente con la que estábamos relacionados nos dijeron que podríamos tener ventajas fiscales, pero siempre dentro de la legalidad. Nunca he querido hacer ninguna trampa. Al final resultó que las ventajas no han sido tales y el año pasado sus domicilios fiscales se trasladaron a Mallorca», señaló Nadal, quien añadió que «esas sociedades han pagado más de 20 millones de euros y yo a nivel personal he pagado una cifra muy similar. Son muchos millones los que en total he pagado a este país. Es lo que toca como ciudadano y es lo que he hecho».

Nadal explicó que como sus mayores ingresos los obtiene fuera de España, tiene que tributar primero en el lugar de origen y después en España, y que él así lo ha hecho. «Entiendo que España está pasando un momento muy complicado y entiendo que le gente pueda enfadarse si le dicen que una persona como yo ando intentando no pagar impuestos. Entiendo que las informaciones que han salido puedan causar malestar en mucha gente que lo está pasando mal porque a mí me hubiera pasado lo mismo, pero es que no ha sido así. Me cuesta hablar mucho de todo esto porque nunca lo he hecho. Va a ser la única vez que lo haga y no lo voy a hacer nunca más porque con los momentos que vivimos no creo que sea bueno decir uno lo que ha pagado o no ha pagado o lo que ha ganado o dejado de ganar», advirtió; para cerrar el tema asegurando que «tengo amigos y familiares que lo pasan mal y estoy totalmente sensibilizado con la realidad que vive nuestro país. Pero vamos a salir adelante porque somos un gran país. La única forma de salir adelante es desde la cultura del esfuerzo, todos nos tenemos que ayudar, tenemos que esforzarnos a diario y tener una mentalidad positiva a la hora de enfocar el día siguiente».

Respecto a la polémica desatada por el dopaje en España, aseguró que «no sé si tenemos un problema con el dopaje. Sólo puedo hablar de lo que conozco y creo que no, aunque sí es real que el dopaje existe en cualquier sitio del mundo porque siempre hay gente dispuesta a hacer trampas». En todo caso, argumentó su convicción en la imposibilidad de que un deportista de élite compita dopado porque «tenemos un régimen de controles antidopaje que es una brutalidad. Yo tengo que decir los 365 días del año dónde voy a estar y tengo que reservar una hora de cada uno de estos días para que me hagan un control por sorpresa. Todos los días y esté donde esté. Es un atentado contra la privacidad de los deportistas», dijo Nadal, para agregar que «soy el primero que quiero un deporte limpio y controles antidopaje como el que más, pero creo que es injusto».

Sobre los guiñoles franceses consideró que «se han excedido, porque es un ataque injusto contra el deporte español, pero también nosotros lo hemos alimentado más dándoles mucha publicidad».

A pesar de todo, Nadal dice que se siente querido en Francia, pero que en Roland Garros se encuentra menos apoyado. «Mi sentimiento real es que soy muy querido en Francia y sobre todo cuando paseo por la calle. La gente me anima, me pide fotos. También es verdad que cuando salgo a la pista el apoyo es menor. El público de Roland Garros es el que menos me ha apoyado», matizó.

También se refirió al que en los últimos tiempos se ha convertido en su «bestia negra», el serbio Novak Djokovic, actual número uno del ranking mundial y que le ha ganado las siete últimas finales en las que se han enfrentado. «Nole es mejor tenista que yo y que los demás. Es lo que ha demostrado este último año. Es justo y hay que felicitarle, porque es algo muy difícil de conseguir y de repetir. Tampoco hay que conformarse, hay que aceptar que es mejor y luchar para intentar cambiar la situación».

En ese sentido destacó que en su último enfrentamiento, la final del Open de Australia, «di un paso adelante en ese sentido. Le llevé más al límite. Encaré mucho mejor el partido que los anteriores. Lo importante es intentar superarte y es lo que intento cada partido».