El Oviedo Balonmano Femenino ya ha cumplido con creces todos sus objetivos para esta temporada. Hagan lo que hagan en los tres partidos que les quedan para finalizar la temporada regular, las carbayonas habrán hecho una campaña sobresaliente. Se trata de un equipo recién ascendido que, sin hacer fichajes y tirando con asiduidad de la cantera, ha logrado colocarse entre los mejores equipos de Plata.

Pero, a pesar de la dificultad de la empresa, el equipo aún conserva la ilusión por meterse entre las tres primeras de su grupo y clasificarse así para disputar la fase de ascenso a la máxima categoría femenina del balonmano nacional. La diferencia con el tercer clasificado, el Beti-Onak, es de cuatro puntos (2 partidos). El hecho de que las navarras sean el último rival que les queda a las asturianas en casa hace que el sueño sea posible. Para ello el Oviedo tendrá que ganar primero el sábado en su visita a Zarautz y rematar la jugada la última jornada contra el Rótulos en Zaragoza.

«Conservamos la ilusión de quedar lo más arriba posible. El equipo está donde está gracias al coraje que ha tenido toda la temporada, que ha sido sobresaliente. No renunciamos a nada, nos quedan tres partidos y vamos a ver si somos capaces de ganarlos», dice el entrenador del club carbayón, Alfredo Rodríguez.

El equipo llega tras dos semanas sin jugar -una por el parón que propició la Federación por los compromisos de las selecciones nacionales y otra porque le tocaba descansar- que les han venido muy bien para recuperar a algunas de las jugadoras, que llegaban algo tocadas a estas alturas de la competición.

Tras ese período de calma, el equipo prepara a fondo su compromiso en Zarautz. Una victoria les permitiría seguir soñando con entrar en la fase de ascenso, mientras que una derrota las dejaría sin opciones. Si bien, Rodríguez quita presión: «No tenemos ninguna obligación ni ninguna tensión. Nuestro principal objetivo es jugar bien y disfrutar. La categoría está salvada, así que son partidos para que las jugadoras vayan cogiendo experiencia».

Para el compromiso del sábado, el Oviedo arrastrará dos bajas, con la mala suerte de que son las dos jugadoras que ocupan la posición de lateral izquierdo: Aida y Sara. La primera (aún en etapa juvenil) estará ausente por estudios y la segunda por cuestiones laborales. «Tendremos que reconvertir a alguna de las jugadoras de primera línea, lo iremos viendo a lo largo de la semana», explica Rodríguez, sin darle demasiada importancia a este contratiempo.

Zarautz es para el técnico asturiano «un rival muy correoso en su campo. Un club con mucha tradición y muy parecido a nosotros en cuanto a sus objetivos y a su política de club». Ambos clubes han logrado su meta, seguir la próxima campaña en Plata; pero Rodríguez conserva la esperanza de «llegar a la última jornada con opciones de jugar la fase de ascenso».