«Esa pregunta no la puedo contestar porque no tengo ni idea». La cuestión era si Javier Clemente teme por su puesto a la vista del rechazo creciente que está generando entre la afición rojiblanca. El técnico respondió a casi todas las preguntas por espacio de veinte minutos, pero dejó algunas incógnitas en el aire. Por ejemplo, si aceptaría seguir en Gijón en Segunda División: «No me he planteado nada, más que llegar a Gijón, pensar en el partido del miércoles, estar con ellos y que no les afecte tanto». En lo que sí se mostró tajante es en que no se equivocó al aceptar entrenar al Sporting. «Jamás, no me arrepiento lo más mínimo de venir al Sporting porque son buena gente, lo están pasando mal y están sufriendo. Es un gran club», defendió el de Baracaldo.

En lo que sí se mostró muy crítico el técnico rojiblanco fue en el diseño de la plantilla rojiblanca. «No sé quién la ha hecho, ni me importa, pero ha confeccionado un equipo para la Primera División de esta temporada muy mal», apuntó para añadir que «si vamos a correr una carrera de Fórmula 1 tenemos que llevar un coche de Fórmula 1 o llegas el último». Y no parece que sea un problema de dinero, porque Clemente sorprendió al confesar que «yo creo que con este presupuesto y con lo que tiene el Sporting puede hacer un equipo potente para la Primera División».

El técnico rechaza ser el único responsable de la situación en la que se encuentra el equipo y recuerda que «estamos así desde el principio». Clemente lamenta haber llegado al club con el mercado de fichajes cerrado: «Me da pena no haber estado en el mercado de invierno para haber traído a dos o tres tíos que hubieran dado seguridad y fortaleza al resto de chavales». En lo que sí insistió fue en su defensa de los futbolistas. «A estos chavales no les puedes reprochar nada», sentenció. El preparador rojiblanco tampoco quiso eludir su cuota de culpa. «Yo tendré mi responsabilidad de no haber conseguido que rindan mucho mejor o de que no haya variado la trayectoria que tenían desde el principio de temporada», reconoció.

Clemente también evitó manifestar que el Sporting ya había consumado el descenso a Segunda División y se limitó a señalar que «lo tenemos muy difícil». Y hasta dejó entrever que está colaborando en el diseño de la próxima plantilla: «Estamos trabajando ya para la próxima temporada, a nivel de ver qué es lo que se puede ir haciendo, se están pensando cosas».

El de Baracaldo analiza el encuentro de ayer y señala que «estábamos jugando bastante bien y en la primera vez que pasan del medio del campo nos sacan una falta y nos han rematado en el área pequeña. Y del segundo gol ya no voy ni a hablar, un atacante contra cuatro defensas y nos ha metido gol». Clemente ejerce de portavoz de la plantilla y asegura que «el equipo está apesadumbrado». El técnico no se explica por qué «estamos teniendo los mismos fallos domingo tras domingo». Y apunta a que «mientras tenemos un poco de vida nos mantenemos en la pelea, pero en cuanto nos sopla un poco el viento el equipo no puede con el viento». Clemente lanza un mensaje que cuesta comprender cuando valora las posibilidades de su equipo: «Yo soy entrenador, soy el responsable de este equipo y tengo que animarlos a seguir jugando lo mejor que puedan, pero entiendo que los chavales no pueden con el nivel de los rivales». El técnico puntualiza enseguida para que no se interprete como una crítica a los futbolistas. «Los jugadores tienen nivel de Primera División, pero el conjunto necesita incrementar su nivel, con lo que se mejorará el nivel de los demás», explica para detallar que «cuando te meten siempre los mismos goles los futbolistas sienten miedo y eso les hace rendir por debajo de sus posibilidades».

El estado de ánimo y de confianza de los futbolistas no es el más indicado y por eso Clemente entiende que «el equipo no tiene fuerza para mandar sobre un Getafe o sobre otro, y en cuanto sopla viento el equipo se cae».

Clemente se muestra comprensivo con las críticas de la afición rojiblanca: «Comprendo que la gente se enfade porque es el equipo de la tierra, de su pueblo, estamos los últimos, pero la pregunta es si estos chavales pueden mucho más». Pero mucho más crítico con los cánticos de la afición azulona. «Me parece de chirigota que la afición del Getafe opine del entrenador de otro club. Yo soy mucho más serio y no me hace ninguna gracia», terció.