Los datos son indiscutibles. Javier Clemente ha ganado uno de los nueve partidos que lleva al frente del Sporting, ha sumado seis puntos de veintisiete y no ha sido capaz de provocar la reacción que buscaba el consejo de administración rojiblanco con su contratación. Dos meses después de su llegada a Mareo, el enfermo no mejora y el descenso comienza a verse ya como una realidad inevitable.

Bien es cierto que Javier Clemente ha tenido que luchar contra múltiples factores adversos, como las continuas lesiones que han castigado al equipo, la marcha de Nacho Novo o la mala confección de la plantilla, pero el técnico ha hecho muy poco por navegar en aguas tranquilas. Hay que reconocerle también al de Baracaldo su buen trabajo táctico y la evidente mejora que registró el equipo en algunos aspectos básicos del juego, así como su capacidad para analizar a los rivales y plantear los partidos.

Pero los resultados son los que son. La llegada de Clemente ilusionó a un sector mayoritario del sportinguismo, pero el técnico vasco ha ido perdiendo adeptos con decisiones extrañas como la de prescindir de Nacho Cases y Barral en las alineaciones o la de situar a futbolistas fuera de su demarcación habitual.

Javier Clemente ha dirigido ya nueve partidos al Sporting, varios de ellos ante rivales directos por la permanencia (Racing, Granada, Mallorca, Zaragoza), y es precisamente ante los equipos más modestos ante los que más ha decepcionado su Sporting. Clemente no ha sabido encontrar la tecla que hiciera reaccionar al equipo y las oportunidades para reengancharse a la permanencia se han ido escurriendo entre los dedos.

El técnico vasco ha sumado seis puntos de los veintisiete que ha disputado, es decir, un 22,2%. Clemente no resiste la comparativa con los números de Preciado. A pesar de la mala trayectoria del cántabro, su Sporting sumó 18 puntos de 60 (un 30%) y, al momento de su destitución, el equipo estaba penúltimo a tres puntos de la permanencia. Dos meses después, el Sporting es el colista de la categoría a siete puntos del Villarreal. Iñaki Tejada dirigió al Sporting en dos encuentros en los que sumó un punto.

Lo más sangrante del asunto es que el Sporting, que sólo ha ganado un partido en los últimos tres meses, aún mantiene opciones de salvarse. La desventaja con el Villarreal es de siete puntos, pero los castellonenses tienen que pasar por El Molinón, lo que permitiría reducir la desventaja a cuatro. A pesar de la mala trayectoria rojiblanca, sus rivales han sido incapaces de distanciarse de un Sporting que no da síntomas de reaccionar.