«Quedan cinco finales. Juntos volvemos». La pancarta expuesta en la tarde de ayer en El Requexón resulta representativa de lo que queda de campeonato. Un equipo herido por el último resultado se enfrenta al gran reto marcado desde comienzo de campaña: el ascenso. Lo hará con una presión añadida. El cambio de categoría parece la única solución posible para la supervivencia del Oviedo. Así lo confesó el propio Ángel Martín Vaca, consejero y única cabeza visible en estos momentos, en la carta que envió al Ayuntamiento para proponer una fecha para la junta de accionistas.

El equipo ha alcanzado la recta final metido en la pelea por el play-off pero con más dudas que nunca sobre un modelo de juego que parece estancado desde hace algunas semanas. Sin embargo, el conjunto de Pacheta sigue manteniendo una baza poderosa a su favor: al enfrentarse al Tenerife depende de sí mismo para meterse entre los cuatro primeros.

Para lograr el objetivo al Oviedo le quedan cinco exigentes jornadas, seguramente las más complicadas de los cinco equipos que luchan por el ascenso. Con su visita al campo del Montañeros, los azules inician un tramo de campeonato en el que deberán enfrentarse a dos de los otros candidatos y a un filial peligroso. El Oviedo comienza el sprint final en La Coruña. El Montañeros, último clasificado, encierra más peligro del que dice la clasificación. Los gallegos se han convertido en un equipo solvente en su estadio.

De los últimos 15 puntos en juego en Elviña, el Montañeros ha ganado 12. A las victorias ante La Roda (1-0), Tenerife (1-0), San Sebastián de los Reyes (2-1) y Toledo (2-0) se sumó la derrota ante el Lugo (0-1) en la última jornada como local. El conjunto gallego se encuentra a seis puntos de la salvación a falta de cinco jornadas, por lo que la visita de los de Pacheta puede significar la última oportunidad para alcanzar la salvación.

El calendario no concede ningún tipo de descanso al Oviedo tras su viaje a tierras gallegas. Los dos siguientes compromisos son duelos de mucho peso. El Real Madrid Castilla, líder intratable del grupo, será el siguiente en visitar el Tartiere. La diferencia en lo alto de la tabla -saca 10 puntos al Lugo, segundo- no parece razón suficiente para prever cualquier signo de relajación. La contundente victoria del Oviedo en Valdebebas en la primera vuelta (1-3) y la necesidad del filial de acabar con las sospechas sobre su nivel ante los rivales más duros del grupo convierten a los de Toril en un rival con un extra de peligrosidad.

Tampoco el Tenerife parece una salida sencilla. Visitar a los isleños cuando acaba de caer su segundo técnico en la temporada convierte la cita en un duelo impredecible. El Tenerife marcha tercero con tres puntos de ventaja sobre los azules. Tras la victoria del Oviedo en el partido del Tartiere (1-0), un hipotético triunfo azul en el Heliodoro Rodríguez López le haría depender de sí mismo aun en el caso de que el Tenerife ganara el resto de sus partidos.

Tras visitar la isla será el Rayo B el penúltimo rival azul. El filial ha acusado en las últimas semanas la dureza de la competición. Señalado por la mayoría como la gran revelación de la temporada durante la primera vuelta, ahora su rumbo no parece tan seguro. El Rayo B suma 4 puntos de los últimos 21 en juego y sus opciones remotas de meterse en play-off parecen una quimera desde su octava posición actual.

Finaliza su ruta el Oviedo en San Sebastián de los Reyes en un duelo en el que se antoja absolutamente necesario sumar tres puntos contra un rival que podría llegar en una situación de máxima necesidad.

De los rivales por el ascenso, sólo Lugo y Tenerife tienen caminos tan complejos como el del Oviedo. El equipo lucense juega contra tres de los rivales que le quedan al Oviedo (Tenerife, Rayo B y Sanse), además de Leganés y Toledo. El Tenerife debe enfrentarse a Lugo y Oviedo, entre los rivales directos, ambos en el Heliodoro Rodríguez López.

El Albacete sí parece tener el camino más despejado, como reconoció su entrenador tras la derrota en Oviedo. Vecindario, Sporting B, Conquense, La Roda y Coruxo son rivales de menos pedigrí que el de sus oponentes por el ascenso. El Castilla, virtualmente campeón de grupo, sólo ve su duelo en el Tartiere como cita exigente hasta el final de campaña.