Minuto 94 de partido. Tiempo de descuento ya sobrepasado. Con esas condiciones tuvo el Marino la oportunidad más clara del partido. El Getafe B estaba volcado al ataque y en la última jugada del choque descuidó la retaguardia. Un despeje del Marino se convirtió en una contra. Era el todo o la nada, era sacar un punto o llevarse los tres. El balón le cayó a Álex Arias, solo. Tenía vía libre. Lo único que tenía que hacer era correr hasta la portería de Tomeu. Se recorrió todo el campo y llegó hasta el área azulona. Era el momento clave. Sin embargo, el delantero no supo solventar la papeleta y el portero local le adivinó sus intenciones. No hubo tiempo para más y tras esta acción se decretó el final del partido.

Anteriormente, el que había empezado mandando en el marcador fue el Getafe B. Los locales crearon demasiados apuros a Rafa Ponzo en los minutos iniciales. La zaga asturiana no conseguía detener las embestidas de Hugo y Samu y las ocasiones comenzaron a caer del lado madrileño con facilidad. En una de ellas, fue el propio Hugo el que adelantó a los azulones.

El tanto no hundió a los hombres de José Luis Quirós, sino todo lo contrario. Poco a poco se fueron enchufando al partido y buscaron las cosquillas al Getafe B con balones largos a la espalda de la defensa. Esas acciones crearon dudas en los locales y en apenas diez minutos el Marino ya había empatado. Pablo Hernández, con una sutil vaselina, puso el empate, que ya no se movería en el marcador. Y si no hubo ya más goles fue por la falta de acierto en el remate, porque ocasiones hubo y muchas. En los lances finales del primer tiempo Titi con un lanzamiento desde la frontal y Sergio Prendes con una contra pudieron haber puesto por delante en el marcador a los visitantes antes del descanso.

Tras la reanudación las tornas cambiaron. El Getafe B se volcó definitivamente al ataque. Emilio Ferreras, el técnico visitante, fue valiente y optó por jugar con dos delanteros y una defensa de tres hombres. Iba a por el partido, así que al Marino le tocaba sufrir en defensa y salir rápido buscando las contras. Cuando se cumplía la hora de juego Sergio Prendes erró en un mano a mano con Tomeu en lo que era una ocasión de gol ya cantada en el banquillo visitante. Sin embargo, la pelota no entró y el acoso local se incrementó. En los últimos minutos la suerte se alió con el Marino, ya que dos remates de Jon Uriarte y Javi Flores se escaparon por milímetros.

Este empate deja al Marino en la zona media de la clasificación y con los deberes casi hechos para la permanencia. El próximo objetivo será una plaza en la Copa del Rey.