La mayoría de las acciones del Oviedo pertenecen a una multitud anónima de personas que acudieron a la llamada de auxilio lanzada por el presidente de la entidad, Toni Fidalgo, que fue quien alertó de que si no se alcanzaban 1.905.000 euros en la ampliación de capital el club entraría en causa de disolución. Los minoritarios, con un 40,33%, son ahora mayoría después de juntar dos millones de euros, con lo que igualan el 34,22% de Slim, a lo que hay que sumar lo que queda del anterior accionariado tras la reducción de capital.

Nunca antes había sucedido algo similar. En la anterior composición accionarial del Oviedo, los pequeños accionistas representaban el 22,46%. Muy lejos del porcentaje que controlaba Alberto González sumando las acciones que tenía suscritas a título personal (1,29%) a las que tenía la sociedad Control Sport (38,17%), en total un 39,46 %.

La situación ahora es muy diferente. El accionista mayoritario, de forma individual, será Carlos Slim, que tiene en su poder el 34,22% del club azul. Mucho menos peso tendrá Control Sport, que pasa a representar el 13% de las acciones del Oviedo. El Ayuntamiento, con los 100.000 euros que le ha entregado el Madrid, tendrá el 8,40%, y Celso González, el 4,05%.