José Mario dos Santos Félix Mourinho es rencoroso, ególatra, pendenciero, y lo que es peor, botarate, si nos atenemos a las explicaciones que suele dar. José Mario se ha ciscado en la FIFA para mearse en la pechera de Vicente del Bosque. José Mario no sólo ha provocado la última de las polémicas sino que, además, ha mentido. No le falta de nada. Decir que el premio a Vicente del Bosque fue amañado es síntoma de perturbación. Los datos han acabado por confirmar su estupidez. Uno de sus presuntos votantes, el macedonio Pandev, también mintió porque no sólo lo hizo por Del Bosque, sino que, además, contó con otros dos entrenadores y ninguno de ello fue José Mario.

Mourinho se fue a Portugal a menospreciar el premio concedido por votación a Del Bosque. Meses después de la concesión se ha erigido en víctima. Lo ha hecho faltando a la verdad. Dijo en su día que no acudió a la entrega de premios porque tenía que preparar el partido con el Celta. Ahora ha dicho que su ausencia fue debida a que una, dos o tres personas (argumento contundente por el número) le habían asegurado que le votaron a él pero aparecieron para otro.

De acuerdo con los datos oficiales, Del Bosque recibió el 34,51 por ciento de los votos, Mourinho el 20,49 y Guardiola el 12,91. Una, dos o tres personas jamás habrían sido suficiente para modificar el porcentaje. Mourinho debió creer que los que le dijeron algunos falsarios iba a misa. A mí me concedieron un premio, para el que no supe que era candidato, y me consta que me lo concedió el jurado por dos votos de diferencia con respecto al otro aspirante. El día de la entrega casi todos los miembros del mismo me afirmaron que me habían votado. Esta vez no es lo mismo porque la FIFA recibió los votos por escrito con las debidas firmas del votante y su Federación. Como se ha hecho constar con el voto de Pandev.

A Mourinho le faltaba pelearse con Del Bosque y se ha topado con que éste ha respondido como un señor. Y peor aún, ha dicho que la cuestión le ha parecido cosas de niños. En este caso hay tal vez «celos mal reprimíos». Los exégetas del entrenador portugués han terciado para decir que no puede sentir esa clase de sentimientos dados los grandes triunfos que ha conseguido. Puestos en la balanza los de cada uno tampoco ha lugar a la discusión. Del Bosque ha ganado dos ligas y dos Copas de Europa con el Madrid, una Eurocopa de naciones y un Mundial. Mourinho también ganó copas europeas con Oporto e Inter y en España ha sumado una Liga y una Copa del Rey. Poco balance para equipararse a Del Bosque.

El seleccionador español solamente le mandó un recadito al decir que parece mal que haya buenas relaciones con los jugadores y los medios de comunicación. Con los que tan mal se lleva el entrenador del Madrid. Mourinho tiempo atrás trató de emponzoñar las relaciones de sus jugadores con los del Barça miembros de la selección nacional. Los futbolistas no acataron sus indicaciones a pesar de que a alguno lo castigó. Ahora, Sergio Ramos ha salido al tercio a recordar que le habría agradado que Mourinho hubiera dicho algo en favor de sus jugadores tras eliminar al Manchester United.

Mourinho no se priva de nada y alienta la idea de que es difícil ser portugués en España. Para esta cuestión recuerdo lo difícil que lo tuvo en Lisboa el embajador español señor Porras y Porras, dado que este apellido allí tiene carácter de palabrota, de sentido fálico. Y el entonces primer ministro portugués Oliveira Salazar decía que lo que peor le sentaba era la reincidencia.