La anécdota del partido se produjo en el descanso. Un fallo en los aspersores de riego provocó que el agua saliera disparada hacia la grada en vez de hacia el campo y que «bañase» a un buen número de seguidores. Ganzábal, pese a ser «día de ayuda al club», presentó sus mejores galas y se acercó a la cifra de 1.200 espectadores, con casi medio millar llegados de Tuilla y que se hicieron notar durante el partido. Además, al inicio se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Antonio Menéndez Carbajal, directivo del Tuilla.