El Avilés anunció ayer que el interior izquierdo Aitor Tornavaca (37 años) cuelga las botas definitivamente. El ya ex jugador pasará a formar parte del organigrama del club como entrenador de uno de los equipos de la escuela blanquiazul. «Por un lado estoy apenado. Esto es lo que he hecho toda mi vida, pero tengo un nuevo reto ahora», sentenció el alavés.

Sus números a lo largo de su dilatada carrera hablan por sí solos: tres temporadas en Primera División con el Recreativo de Huelva (además de jugar dos partidos con el Sporting), en las que marcó cinco goles, y otras once temporadas en Segunda con el conjunto onubense y el rojiblanco, el Jaén y el Eibar. Más de 32.000 minutos sobre sus botas.

Debutó en Primera en El Molinón, vestido de rojiblanco, el 29 de octubre de 1995 en un partido que terminó con victoria local ante el Valladolid por 4-2, pero sin duda el equipo de sus amores es el Recreativo de Huelva, también blanquiazul, en el que jugó durante ocho temporadas y en el que fue capitán en cinco de ellas. «En Huelva lo he vivido todo, hasta un ascenso a Primera. Han sido muchas emociones. Aun así, estoy agradecido a todos los clubes por los que pasé, porque me permitieron hacer lo que me gusta y siempre me trataron bien».

La temporada pasada volvió a Asturias para jugar en el Real Avilés, donde jugó 36 partidos, 27 de ellos como titular. Durante la pretemporada ya se había barajado su nombre como una de las posibles bajas que el Avilés debía dar por falta de fichas y parecía no entrar en los planes de Josu Uribe como finalmente se ha confirmado. «Tenía la ilusión de seguir jugando un año más, pero las circunstancias son las que son y en algún momento tenía que dejarlo», sostiene el jugador.

Sin embargo, no abandona el club. Ahora su experiencia servirá de guía al futuro del club blanquiazul. «Tengo casi más que aprender de lo que pueda enseñar. Yo ya tenía la ilusión de ser entrenador algún día y es un bonito reto», afirma Aitor.