Asturias se ha subido a las primeras de cambio a la ola de un nuevo deporte, el esquí en línea, que promete pegar con fuerza en España, como lo lleva haciendo desde hace una déada en otros países. Esta mezcla de esquí y patinaje tiene, entre otras ventajas, la no estacionalidad, ya que se puede practicar en cualquier época del año. Mañana empiezan en Oberhundem (Alemania) los campeonatos del mundo, con quince países y tres asturianos entre los representantes españoles.
Una calle pavimentada con una pendiente entre el 8 y el 20 por ciento, marcada con palos especiales de slalom , es el escenario del esquí en línea. La técnica es casi idéntica a la del esquí alpino, con movimientos básicos como inclinación-flexión, flexión-extensión y orientación-rotación. Como diferencia principal, la conducción del viraje sobre asfalto, con patines en línea, es más predecible que con las tablas en la nieve. Las diferentes ruedas sirven para adaptarse a las condiciones de la pista: húmeda, seca, fina, fría, caliente.
A la espera de contar con una federación, los primeros pasos del nuevo deporte dependen del Comité Español de Esquí en Línea (CEEL). El delegado en Asturias, Julio César González, es uno de los artífices del despegue de una modalidad que apenas lleva un año de experiencia. En 2013, tras documentarse sobre las características del deporte, este profesor de esquí empezó a trabajar con chavales que decidieron probar la novedad. "En internet hay mucha información y en los viajes hablaba con entrenadores que lo conocían", señala.
También influyó su experiencia: "Tuve una lesión y empecé a patinar, lo que me viene muy bien porque evitas el impacto contra el suelo. Había una transferencia al esquí y empecé a trabajar con los chavales". González incluso fabricó parte del material necesario, que básicamente se trata de protecciones, además de los bastones y los patines de velocidad, de bota alta.
Los condicionantes del esquí en línea favorecen a comunidades como la asturiana. Como explica Julio César González, "en este deporte se igualan las condiciones porque una cuesta asfaltada la hay en cualquier sitio. Podemos entrenar tanto o más que los que tienen nieve todo el año". Quizá por eso ya en 2013, a los pocos meses de iniciar su práctica, dos de los alumnos del delegado en Asturias, Cristina González y Sergio Méndez, se subieron al podio del Campeonato de España.
Este año, en la localidad leonesa de Villablino, la progresión ha sido evidente, con siete medallas. Sergio Méndez logró tres de oro y una de bronce, además de alcanzar el número uno del ranking nacional; Paloma Menéndez, dos de bronce; y Cristina González, un bronce y segunda del ranking nacional.
