El piragüista Manuel Busto Fernández se despide de la competición arropado por los suyos. Fueron 330 las personas -entre amigos, compañeros de fatigas, familiares, seguidores y vecinos-las que quisieron rendir homenaje el viernes con una cena a un palmarés lleno de éxitos como sus 10 campeonatos del mundo, 6 de Europa y 8 victorias en el Descenso Internacional del Sella. "Me retiro de la competición, pero no del deporte", puntualizó Busto, quien reconoció que seguirá remando porque la ría de Villaviciosa es su entorno.

Uno de los regalos más emotivos fue una pintura que recordaba sus inicios en este deporte de la mano de su abuelo materno José Fernández Viñes, conocido como Pepe El Moreno. En El Puntal, sentaba en una banqueta a su nieto con 3 años para que aprendiera a remar moviendo un palo. Aquellas clases fueron sólo el comienzo de los grandes éxitos del que es "El Moreno 9", como así le inscribieron en una placa por haber dado prestigiosa continuidad a una familia de palistas.

Otro obsequio con gran carga sentimental fue la foto de sus abuelos, Pepe El Moreno y Marina Vega, que le entregó el presidente del Club Deportivo Naútico de El Puntal, César Fernández. También quisieron reconocer los "valores humanos y deportivos" de Busto, quien admite haber estado encantado al rencontrarse con muchas personas que hacía tiempo que no veía, entrenadores y quienes le ayudaron en su carrera. Fue una "noche bonita", resumió.

Entre los asistentes a esta cena homenaje, que tuvo lugar en Amandi (Villaviciosa), estuvieron, entre otros, los palistas Oier Aizpurua, Alberto Llera, Jesús Martínez-Villaverde y Javier Hernanz, acompañado por su novia la nadadora olímpica Mireia Belmonte.