En la víspera del partido con Macedonia dos pesos pesados de la selección, como Casillas y Sergio Ramos, aprovecharon la rueda de prensa oficial para mostrar su apoyo a Piqué. Vicente del Bosque tampoco perdió la oportunidad de elogiar al defensa. España juega hoy (20.45 horas, La 1) en Skopje un partido oficial de la fase de clasificación para el campeonato de Europa en plena tormenta por los pitos que recibió el jugador del Barcelona en el Carlos Tartiere el pasado sábado en el partido contra Eslovaquia.

La polémica que rodea este asunto se ha incrementado por la salida nocturna del jugador tras el partido de Oviedo, al que se le vió en una discoteca gijonesa junto a otros jugadores de la selección a altas horas de la madrugada. Del Bosque dijo ayer sobre este asunto que los jugadores tenían permiso.

"Hemos hablado con él", admitió Casillas en rueda de prensa. "A nadie le gustan los pitos y que a un compañero le silben. Esperamos que la gente vaya olvidando este asunto y que de alguna manera se llegue a una posible solución".

"Todos queremos lo mejor para la selección. Si Piqué se pone esta camiseta es porque quiere estar con España. Todos representamos a este país, queremos el bien común y hacerlo lo mejor posible", añadió.

En la misma línea se expresó Ramos, que admitió que su compañero de selección ha cometido errores en el pasado pero que no deben provocar que sea señalado en cada encuentro.

"Todos conocemos a Piqué, no lo vamos a cambiar ahora y no estamos para entrar en valoraciones de si ha estado más o menos acertado en los últimos años, pero aquí somos España y representamos a un país. Los pitos no benefician a nadie", aseguró.

"A la selección venimos a hacerlo lo mejor posible y cuanto menos se hable de este tema mucho mejor porque después fomentamos que vuelva a ocurrir si seguimos con lo mismo", añadió.

Vicente del Bosque dijo por su parte que "espero que se acabe, que nos demos cuenta de que viene a defender a la selección española, que lleva setenta partidos con la absoluta y unos treinta con las categorías inferiores con un comportamiento siempre bueno".

Del Bosque dijo que habría varios cambios en este partido y aunque no quiso precisar ninguno uno de ellos podría ser precisamente el de Piqué, por el que entraría Bartra.

El apoyo a Piqué no sólo vino de futbolistas sino también de instancias políticas. Ayer el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, indicó que le parece "muy mal que se pite a un jugador que está vistiendo, además con orgullo, la camiseta nacional", y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, definió a Piqué como "un elemento imprescindible" y demandó a los aficionados que defiendan "al equipo nacional".

Pero por si fuese poco ayer se introdujo otro factor de polémica alrededor de este asunto al anunciar la Federación Española que un partido amistoso contra Inglaterra en noviembre se jugará en el Rico Pérez de Alicante. En principio parece ser que estaba previsto jugarlo en el Santiago Bernabeu. De inmediato se asoció la decisión del escenario a los pitos recibidos por Piqué puesto que se entendía que en el campo madridista el ambiente sería áun mucho más duro para el jugador barcelonista.

En la rueda de prensa de ayer Del Bosque desmintió que ese partido no se juegue en el Santiago Bernabéu por miedo a los silbidos a Piqué.

Del Bosque fue el único representante de la Federación que dio explicaciones sobre este asunto y, pese a mostrarse incómodo por las dos preguntas que le hicieron sobre el mismo en la rueda de prensa, dejó claro que sabía hace tiempo que el encuentro ante Inglaterra se disputaría en Alicante.

"No puedo decir nada de esto, lo desconozco", respondió cuando le preguntaron las razones por las que el Santiago Bernabéu no será la sede. "Tenía idea de que se iba a jugar en Alicante de hace tiempo, me han consultado y ha sido una decisión de la directiva y la junta. Yo no sabía que se podía jugar en el Bernabéu", explicó.

El seleccionador español admitió que dio luz verde a jugar en Alicante cuando le plantearon diferentes opciones y que entre ellas no estaba el Santiago Bernabéu.

Y justo ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, declaraba en una entrevista en una revista futbolística que "sabemos perfectamente que si un día se tocara el himno nacional de Catalunya en el Bernabéu habría una pitada monumental. ¿O acaso se aplaudiría? No seamos ridículos". Mas dijo también que en su casa "nunca hemos brindado con cava por los éxitos de la selección española".