La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Culebrones de verano

De Gea fue culebrón de verano, impulsado como tal por la "contra" galopante, una contra que galopa alegremente a la grupa "florentiniana", que no duerme sin sus tres dosis al día de ataques al Madrid, el mejor club del mundo (y el más blanco). Se hizo culebrón De Gea con la agitación descrita y también con la colaboración del capitán Van Gaal, que hizo lo que tenía que hacer: ser un respetuoso caballero con su pasado y bombardear en lo posible el fichaje del portero. ¡Viva el capitán Louis! No como otros de pasado madridista que, una vez bien cebados gracias al club, se dedican a pontificar todos sus males. No hay duda de que el hombre honesto en tal novela de verano fue el capitán Louis, jefe de operativos del SWAT de Manchester. Nada que objetar a su victoria. Ganó fácilmente a los GEO de De Gea, que finalmente se quedará desactivando los balonazos que vayan hacia su portería de Old Trafford.

No obstante, el culebrón De Gea aplacó el debate sobre Bale, aunque quedó otro revuelo: la falta de gol de Ronaldo, jugador al que aún se le adeudan dos balones de oro, café, rosquilla y chupito. Pero, claro, Ronaldo supera esos problemas con una pierna. Se autoayuda. No cuenta con aparato de propaganda. Al contrario, tiene un frente contrario brutal. Sin embargo, resuelve debates de cinco en cinco.

Bien, una vez cerrados estos dos culebrones quedan otros que volverán nada más que surja un disparo rozando el palo (vamos, que no entre), que puede ser en la Champions.

Me sopla además el presidente de la Agencia Martínez (AMP) que es posible que vuelva a la palestra el asunto "pitadas", que, por cierto, esta temporada empezó calentito para todos, incluidos los rivales. Es la salsa del fútbol, aunque las salsas hay que rebajarlas en condimentos para que no "repitan" y provoquen digestiones pesadas. De todos modos, bien llevado, esto del fútbol da para pasar un rato. Lo que hay que evitar en lo posible son a los cardenales del análisis sesudo. Asunto un tanto plúmbeo, que, eso sí, tomado con la salsa en su punto da para la diversión: ¿A quién no le provoca sonrisa o risa eso de "filtrar un pase"?

Compartir el artículo

stats