El presidente de la Federación Española de Bolos (FEB), el madrileño con raíces cántabras Óscar Gómez Morante, acusa a su predecesor en el cargo, el asturiano José Luis Boto, de cargar gastos a la Nacional por importe de 394.948,70 euros entre los años 2008 y 2012 en conceptos como gastos de móvil, dietas, comidas, taxis y viajes nacionales e internacionales. Números que según él son sólo una muestra de la "gestión caótica" de su predecesor, que obligó a la junta directiva a poner en venta la sede de la entidad para tratar de sanear las cuentas.
Estos datos están reflejados en un informe firmado por el propio Gómez Morante, que fue enviado a los asambleístas de la FEB de cara a la Asamblea General Extraordinaria celebrada en Madrid el pasado mes de septiembre en la que se aprobó, con un sólo voto en contra, facultar al presidente para la venta la sede federativa.
Gómez Morante advierte que debido a "malintencionados rumores" sobre los motivos que le llevan a solicitar la venta de la sede federativa se ve obligado a explicar con detalle los motivos que le llevan a esa "drástica solución" y recuerda que las "irregularidades en las justificaciones al CSD" originaron la mala situación económica de la entidad, así como la dimisión de Boto a finales de marzo de 2014 y su posterior inhabilitación por doce meses por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), a comienzos de este año.
El presidente apunta a la "falta de rigurosidad y escrúpulos" a la hora de justificar las ayudas del CSD para ayudar a la FEB a hacer frente a los gastos judiciales derivados del conflicto catalán por la participación de selecciones de esa región en competiciones internacionales como causas de la puesta en marcha de varios expediente de reintegro de las ayudas.
Entre los ejemplos aportados por el actual dirigente están una factura por valor de 150.000 euros más otros 36.883 de intereses de una factura de trabajos que no fueron realizados en su mayor parte, que sostiene "está siendo dirimida por los Juzgados de lo Penal contra el expresidente por presunto fraude de subvenciones".
A ello añade otros 13.000 euros en gastos de representación que carecen de soportes documentales, así como 33.500 euros correspondientes a una factura de una agencia de viajes sobre la que no se adjuntaron los billetes correspondientes, la justificación de los gastos de una gala de Campeones "fastuosa" a cargo de las ayudas para gastos judiciales, así como la devolución de otra subvención del CSD de 28.445,35 euros destinada a "Proyectos y Sedes" por no destinarla a los fines para los que se otorgó. Todo ello manteniendo una deuda de unos 100.000 euros con el despacho de abogados contratado para el proceso judicial.
Sin embargo, lo que más llama la atención es la relación de gastos del presidente aportada por Gómez Morante, relativa al periodo que abarca entre 2008 y 2012, en el que los califica de "desmesurados" y refleja un montante total de 394.948,70 euros. Concretamente, se indica que Boto cargó a las arcas federativas 75.322,76 euros a la cuenta de la FEB, en 2008; 106.073,29, en 2009; 79.040,04, en 2010; 80.225,73, en 2011; y 54.286,88 euros, en 2012.
Detalles de una gestión que deja a la FEB con un agujero de 396.785,82 euros a junio de 2015, a pesar de que en los últimos años se redujo la deuda en unos 90.000 por la disminución del gasto y aumento de los ingresos. Situación que la directiva actual pretende paliar al menos de manera parcial con la venta de una sede federativa, que la entidad adquirió antes de que Boto llegara a la presidencia a finales de los años ochenta.
El delicado estado de la Federación podría afectar también a la Federación Asturiana que el año pasado decidió reintegrarse a la Nacional tras dos años por libre ante las advertencias de la dirección general de Deportes de retirada de ayudas por no formar parte de la FEB. Pertenencia que hace partícipes de esta deuda a la regional y el resto de territoriales integradas en la federación estatal.
