El técnico del Avilés, Pablo Lago, tuvo que cambiar el entrenamiento de ayer por falta de efectivos. Y es que ya viene siendo normal que los miércoles esté bajo mínimos de jugadores, en parte por las lesiones porque algunos (Matías y Dudi en esta ocasión) son habituales en las convocatorias de Xiel para entrenar con la selección asturiana que disputará el próximo mes la primera fase de la Copa de las Regiones UEFA.

La realidad es que ayer solo estaban seis jugadores de campo al cien por ciento para entrenar: los defensas Ibón y Jorge Fidalgo; los centrocampistas Jorge Sáez, Luismi, y Josín; y el delantero Cristian, a los que hay que sumar a los porteros Guillermo y Emilio, del filial.

Borja Noval no entrenó por una rotura en el sóleo de la pierna izquierda que sufrió la pasada semana y que le mantendrá al menos otras semana fuera del equipo, y Nacho Méndez porque estaba pendiente de hacer unas pruebas médicas. Se ejercitaron al margen el delantero Jorge Rodríguez por unas molestias en el adductor izquierdo, y el central Otero por precaución al sentir también algunas molestias musculares. Nacho Fernández entrenó en el gimnasio para preservar su maltrecho tobillo izquierdo.

El delantero Juanma sigue trabajando a medio gas por los problemas que arrastra en el pubis desde hace casi dos meses, y Pantiga entrenó a menor ritmo al tener un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. La previsión es que el capitán esté un par de semana de baja porque le duele al golpear.

La buena noticia es que Marcos Torres se metió con el grupo, aunque con precaución, después de seis semanas parado por una rotura en el adductor izquierdo.

La situación reafirma la necesidad de hacer alguna incorporación aunque Lago insiste en que no se van a precipitar a la hora de fichar. "Hacen falta un par de jugadores, pero de momento hay que esperar", señaló el técnico.