El Tuilla, octavo con 19 puntos, y el Marino, noveno con 18, se juegan mañana en El Candín el meterse en la lucha por la zona alta o quedarse descolgado. Y es que a pesar de que solo se cumplió un tercio de la Liga, es un partido de urgencias porque ambos partieron como favoritos para el play off y de momento no están respondiendo a las expectativas.

El técnico del Tuilla, Adolfo Pulgar, afirma que los suyos no arrojan la toalla a pesar de los contratiempos sufridos este año, con tres jugadores lesionados con el cruzado roto. "Hemos estado sin gente desde el inicio de la Liga, pero aún así aspiramos a estar en los puestos altos y es muy importante el partido para acercarnos arriba lo más posible e intentar meterse entre los cuatro primeros en las últimas jornadas".

Pulgar asume que Caudal (34 puntos) y Avilés (33) están marcando las diferencias ahora "pero hay que ver si aguantan, aunque los dos tienen capacidad para conseguirlo", y que el resto tiene que apurar para meterse en los otros dos puestos de play off. "Es muy importante que no se nos vayan más los rivales porque luego van pasando las jornadas y es difícil que de arriba pierdan, por eso es vital ganar al Marino".

Y dice que a ninguno les vale más que la victoria. "Estoy convencido de que el que pierda va a quedar muy tocado y si empatamos nos dejaría fastidiados a los dos, por eso es un partido que a estas alturas se antoja más trascendental que en otros años".

Los luanquinos llegan un tanto presionados por el ultimátum del presidente, Luis Gallego, que exige a los suyos sumar al menos 14 de los 18 puntos en los seis partidos que restan para concluir la primera vuelta. "Yo no me meto en eso, pero creo que el Marino tiene una buena plantilla y la exigencia del presidente les puede hacer más peligroso o más vulnerable, no hay término medio". Y aclaró: "Está claro que ellos van a salir a por el partido si cabe con más intensidad, pero también puede agarrotar a los jugadores".

Las langreanos en teoría tienen la ventaja de jugar en casa porque el Candín es un campo difícil para los rivales por sus pequeñas dimensiones, pero el técnico dice que les da igual. "El equipo tampoco está hecho para jugar en campo pequeño con gente de choque y de mucha envergadura, aunque es lógico que nos adaptemos mejor porque entrenamos allí cada día", señaló.

El veterano entrenador no se atreve a adelantar que tipo de partido se puede ver mañana a pesar de que asegura que ambos se conocen muy bien. "En la final de la Copa Federación de Mieres lo tenía claro porque conozco al Marino y Blas también nos conoce a nosotros, pero ahora no se que partido plantearán porque el Candín es un campo que no permite el juego combinativo que les gusta, sobre todo por dentro".

En todo caso, espera algunos cambios respecto a la final copera. "Todos cambian cosas en el Candín, pero lo importante para mi no es como jueguen ellos, es que nosotros hagamos lo nuestro porque jugamos en nuestro campo y tenemos que demostrar que estamos más adaptados a él".

La historia dice que el Marino es favorito porque ganó tres de los 9 partidos de Liga disputados entre ambos en Tuilla, perdió dos y empató cuatro, aunque en el último enfrentamiento, en 2011, ganaron los locales (2-0), pero eso no cuenta para el técnico. "Yo no creo en las estadísticas porque son diferentes jugadores, entrenadores y circunstancias".

Lo que tiene claro Pulgar es que para ganar habrá que poner la máxima concentración e intensidad "porque somos dos buenos equipos y no se pueden hacer concesiones" y que será un partido de detalles. "No creo que ninguno sea superior y entre la intensidad, los nervios y responsabilidad, veo un partido de detalles".