El Llanes salvó un punto en un partido que se le había puesto muy cuesta arriba al quedarse con diez en el 55 por la expulsión de Bruno, cuyo desmesurado ímpetu en algunas jugadas suele jugarle malas pasadas y le impide, de momento, dar el paso para ser un futbolista imprescindible. Quizás en esta ocasión, tras haber visto su primera amarilla a los 12 minutos, fue una temeridad no cambiarle en el intermedio, cosa que sí se hizo otras veces de manera mucho menos razonable.

Los primeros 25 minutos fueron los únicos en los que los locales jugaron bien, aunque deberíamos decir que fue Jorge el que lo hizo muy bien, pues todo el peligro llegó por su banda, aunque quedó en nada ante la alarmante falta de remate que arrastran los verdiblancos. Después se impuso el Lugones, que tuvo varias ocasiones en botas de Steven, Alberto y sobre todo una de Marcos que no aprovechó.

Pero nada más volver del descanso un tremendo fallo defensivo permitió a Prieto cabecear a la red más solo que la una un córner botado por Marcos. Poco después llegó la expulsión, pero, a pesar de la inferioridad numérica, el Llanes no sufrió en exceso y el que parecía jugar con uno menos fue un timorato Lugones. Los cambios no solucionaron nada y tras la salida de Jorge, renqueante, se vio que el Llanes, huérfano de Tornavaca, no iba a remediar sus problemas ofensivos y que el marcador caminaba hacia el justo empate final, como así sucedió.