El Marino de Luanco volvió ayer al trabajo con el grueso de los equipos de Tercera, pero con un aire diferente. Al equipo le toca dejar atrás el 2015, al que solo quedan un par de días, y buscar la llave para terminar con la irregularidad que le ha llevado a estar fuera de la lucha por el play-off. "Apenas hemos hablado del próximo partido, porque estamos ahora a otra tarea, pero ya lo tenemos en mente, lo que es el partido, y el arrancar fuerte ahora para cambiar la dinámica. Tenemos que cambiar bastantes cosas de lo que hemos hecho hasta ahora", sentenció el entrenador Blas García, tras el entrenamiento de ayer.

No se tocó el tema, pero el técnico explicó que los jugadores han cargado las pilas y llegan con las mismas ganas de cambiar la dinámica con las que se fueron al descanso. "La plantilla está aparentemente bien, con ganas de entrenar, de coger el balón y trabajar", añadió.

En la sesión de ayer el equipo tuvo solo dos ausencias. "Boris no pudo venir, porque esta enfermo, en proceso gripal y a Guaya le dimos un poco más de permiso porque se fue fuera", señaló Blas García. Así, el entrenador espera contar con los dos jugadores para el encuentro el domingo. Y es que todos los efectivos son pocos para empezar el 2016 con buen pie y comenzar a sumar de tres en tres, porque si en algo ha insistido el técnico estos días, es en buscar la "regularidad" que se le ha resistido al equipo en esta primera mitad de la campaña.

Para lograrla, toca seguir trabajando como hasta ahora, porque el técnico ha vuelto a valorar el esfuerzo de los jugadore. "Estos dos primeros días tocan sesiones más pensadas para el preparador físico, Tejada, que para mí. Para ponerse a punto, que no haya sustos con las lesiones por venir de una semana parados", señaló el entrenador marinista. El equipo tiene previsto entrenar todos los días de esta semana, salvó el viernes, día de año nuevo, para que todo esté listo para recibir al Llanes el domingo (17.00 horas, Miramar).