Gijón, Dani BLANCO

El parón navideño no afectó al Caudal, que continuó con su particular rodillo, con un juego preciso y netamente superior al Gijón Industrial, colista de la categoría. El conjunto de Iván Ania no dejó cabida a ningún tipo de sorpresa inesperada ante el cuadro fabril que, eso sí, logró romper la imbatibilidad de Bussman. El Caudal volvió a recibir un tanto después de 1.232 minutos de juego. Después de catorce jornadas sin encajar gol, esa fue quizás la mayor novedad para el dominador líder.

El encuentro se encauzó pronto para el equipo de Iván Ania tras una buena primera mitad en la que el Caudal anuló por completo al Gijón Industrial. Ni siquiera el mal tiempo o el pesado terreno de juego condicionó al Caudal, que se adaptó a las mil maravillas. Damián se adelantaba a la zaga gijonesa para marcar el 0-1 tras una gran jugada de Jaime por la banda izquierda y Óscar Pérez, ocho minutos después, se aprovechaba de un balón muerto tras un saque de esquina para abrir brecha.

El Caudal quería finiquitar el encuentro por la vía rápida y antes del descanso, una jugada de mala fortuna para los locales acabó con el balón en la red empujado por el defensor Charly, que intentaba enviar a córner un centro de Richard.

En la segunda parte, el Caudal levantó ligeramente el acelerador del pie. Pero, pese a ello, aún aumentó su renta. David González, que entró en la segunda mitad, resolvía un pase de la muerte. Apenas un minuto después, llegó el único punto negativo para el Caudal en El Frontón. Pajín se quedó solo en el mano a mano con Bussman y logró batirle, acabando con el gran récord de imbatibilidad del equipo mierense , que se queda en 1.232 minutos. Pese a ser un partido de guante blanco, el Industrial acabó con diez por la expulsión de Hugo y Damián puso la puntilla con el definitivo 1-5.