El Madrid acabó y empezó año a toda pastilla, con James a 200 por hora (seguramente con Kevin Roldán a todo volumen: Ordóñez dixit) y Benzema en trance por otras causas. Benzema es mucho de entrar en trance. Veloz ha sido también el año 2015 en el análisis a Benítez, que no dio con la tecla, ni con la guitarra, ni la percusión, ni el acordeón, ni con el silbato.
Nadie definió mejor este tipo de situaciones que la británica reina Isabel II: "Annus horribilis", exclamó su majestad, que, seguramente, es merengue. El año de tal noble sentencia, la corona del Imperio había sufrido todas las mareas de una sola tacada. Pero ahí sigue la corona. Inalterable y firme. Florentino no es Rey, pero casi. O igual es más. Presidir el Real Madrid está fuera de rango. Y eso, a veces, enturbia la mente e impide pensar con claridad.
Tal parece que en 2015 nos quiso atrapar el lado oscuro de la Fuerza (hay que investigar de qué equipo es J. J. Abrams; Lucas tenía pinta madridista). Y decimos (los guionistas de "Al palo") "nos quiso atrapar", porque al Madrid es imposible que lo atrape el mal. No somos guays, pero somos el EQUIPO. Nadie nos mete mano en historia, pedigrí y coronas (aunque todos esos honores se están rebajando día a día). Sin embargo, aunque resistimos el ataque del lado oscuro de la Fuerza, no se pudieron espantar todas las sombras, como ocurrió ayer.
Obsérvese que incluimos los kilómetros por hora de James en el año 2015 porque en esta Liga, tal como transcurre, el año contaba hasta ayer, con el partido del Valencia mediante. El Madrid llegaba a Mestalla con un empate del equipo guay; sin embargo, había mosqueo general por lo ocurrido en situaciones similares. Ayer se confirmó tal mosqueo. Nada original teniendo en cuenta el revuelo con el que llegaba el equipo. Bueno, bien, vale: no queda otra que esperar y ver cómo se suceden ahora los acontecimientos. Si hacen apuestas por libre, no resultará complicado ganar. Y si hay dudas, la prestigiosa Agencia Martínez Brothers (A.M.B., la antigua A.M.P.) hace llegar a la redacción de "Al palo" que los Reyes (Magos) van a venir calientes y que la bofetada sobrevuela peligrosamente. Pues eso, ya lo dijo Isabel II.
