El Caudal no baja el ritmo. El conjunto de Iván Ania no dio ninguna posibilidad al TSK Roces en su visita a Covadonga, un terreno de juego al que le cogió muy pronto el tacto pese a estar encharcado desde el inicio del encuentro. Los mierenses, que volvieron a demostrar que tienen una marcha más que la mayoría de sus adversarios, estuvieron guiados por un impecable Jaime, autor de dos goles de gran factura.

Los primeros minutos fueron intensos, con un TSK Roces que intentó presionar todas las acciones del Caudal, para impedir que los mierenses se sintiesen cómodos con su juego. La presión surtió efecto y el primer disparo del Caudal se produjo a los trece minutos por mediación de David, que obligó a Jairo a enviar a saque de esquina. Todo cambió a partir del minuto 21, cuando Javi Sánchez quebró a Borja dentro del área y puso el balón colocado lejos del alcance de Jairo. El gol caudalista bajó el autoestima del equipo de Juan Carlos Cortina, que descendió notablemente su intensidad dejando mayores huecos al Caudal, que no desaprovechó la ocasión para hacer daño.

Tal fue así, que poco después, el propio Javi Sánchez le ganó la espalda a la defensa obligando a Jairo a dejar su portería desguarnecida. El delantero dejó el balón de cara para Jaime que con sutileza colocó el balón por encima del portero y los defensas para marcar un gol de bandera que ponía tierra de por medio en favor del Caudal.

Con el marcador a su favor, el equipo mierense se sintió cómodo sobre el terreno de juego, superando cualquier atisbo de peligro que le podía crear un TSK Roces que se difuminó y que no inquietó en la primera mitad a un desapercibido Bussman.

En la reanudación, el Caudal salió con la intención de sentenciar pronto el partido y en su primera acción vio como Alonso de la Lama anuló el tanto de Annunziata por fuera de juego. El centrocampista podría redimirse más tarde. Pero antes, volvió a aparecer la figura de Jaime para firmar otro gol cargado de enorme calidad al situar el balón en la escuadra izquierda de Jairo con un golpeo dulce inalcanzable para el meta del conjunto gijonés.

Con el 0-3 en el marcador, Iván Ania movió el banquillo y el Caudal bajó levemente su intensidad ofensiva. Una circunstancia que aprovechó el TSK Roces para estirarse y sacudirse ligeramente el dominio caudalista. Fue el momento en el que Javi Manín primero, con un remate de cabeza desviado, y Juan Cueto después, con un disparo cruzado, pusieron cerco sobre la meta de Bussman, que solventó su trabajo sin dificultades cuando tuvo que entrar en escena. El Caudal no quería encajar ningún gol, como le sucedió la pasada jornada frente al Gijón Industrial.

Pese a ello, no bajó su ritmo en ataque con la movilidad de Javi Gutiérrez. El delantero, fue el encargado de ceder el balón al área pequeña para que Annunziata hiciese el definitivo 0-4 a veinte minutos de la conclusión. De ahí al término del encuentro, la peor noticia para el Caudal fue la marcha por lesión de Noel Alonso a los vestuarios antes del pitido final. El Caudal, que acabó el duelo con diez al haber completado los tres cambios, mantiene su ritmo implacable. Esta vez, al superar con solvencia y con un gran Jaime al TSK Roces.