"Tenemos un reto complicado, pero nuestra situación no es definitiva. La gente está convencida de que podemos remontar, que se puede conseguir los puntos necesarios para meternos entre los cuatro primeros y para eso estamos trabajando", afirmaba ayer el capitán del Marino de Luanco, Guaya. La plantilla tuvo el jueves una cena, gentileza de La Fustariega, para hacer piña para intentarán recortar al menos los ocho puntos que separan ahora mismo al equipo de los puestos de privilegio.

Y es que la semana está siendo muy positiva para el equipo, que ha vuelto con ganas del parón navideño: "Después de venir de un fin de semana en el que ganamos, el equipo está más contento, con más confianza y los entrenamientos están siendo buenos. La verdad es que venimos bien de las vacaciones, tuvimos el empate con el Llanes y venimos de ganar al Colunga. A ver si ahora seguimos con esas rachas", sostiene el capitán.

Ahora ya piensan en el partido de mañana ante el Praviano (12.00 horas, Santa Catalina): "A ver como está el campo después de las lluvias, pero, bueno, nosotros tampoco estamos para quejarnos con el terreno de juego que tenemos nosotros", señala el jugador.