El Toscaf jugó ayer el partido más atípico de la temporada, con excelentes momentos de juego alternados con rachas de imprecisión por las prisas de cerrar cuantos antes el marcador. Los jugadores locales tardaron en entrar en juego y los cántabros, muy necesitados de puntos en su lucha por eludir el descenso, se aprovecharon para mandar en el luminoso los veinte primeros minutos.

Un tiempo muerto del técnico local, Juan Muñiz, cambió el panorama. El equipo empezó a defender mejor y dio la vuelta al marcador coincidiendo con la entrada en la cancha de Aitor, que marcó 14 goles, y la fenomenal actuación en el pivote de René que hizo cinco goles de cinco intentos, para irse cinco arriba al descanso. En la segunda parte volvieron las prisas y los cántabros se acercaron a dos goles, pero una nueva reacción local cerró el choque.