Los silbidos que recibió Cristiano Ronaldo durante el partido de Liga contra el Celta el pasado sábado antes de marcar cuatro goles sirvieron de excusa para que en la rueda de prensa de ayer, el entrenador del Madrid, Zinedine Zidane, protegiese al portugués, quitase importancia a lo ocurrido y recordase que a él también le pitaron en el Santiago Bernabéu.

"Yo no entiendo que haya quien quiera vender a Cristiano Ronaldo como se dice porque soy el entrenador y le quiero. Sobre los pitos, también me pitaron a mí y a todos, no es una cuestión de un jugador en particular", opinó el técnico francés recordando su etapa de jugador, cuando también silbado en el Bernabeu por los altibajos en su rendimiento.

Zidane destacó la exigencia de la afición madridista con sus futbolistas. "Es un público que quiere más de sus jugadores y es mejor para que los jugadores quieran mejorar e intentar hacerlo siempre bien. Creo que al final el público les quiere mucho. El estadio lo veo siempre lleno y eso significa mucho", dijo el entrenador.