El Avilés cortó la racha del Langreo, que llevaba 19 jornadas sin perder, como los langreanos habían roto la de ocho de los avilesinos en la primera vuelta al ganar (2-1) en Ganzábal. Los de Pablo Lago se ponen segundos a cuatro del Caudal tras el empate de los mierenses (2-2) ante el Praviano. El partido de ayer fue muy entretenido a pesar de que el Suárez Puerta parecía más una piscina que un campo de fútbol. Los locales sentenciaron en una segunda parte plena de fuerza y de buen hacer sobre el agua.

Los dos equipos salieron muy metidos y el partido fue de poder a poder. Los locales se adaptaron mejor al campo y, a pesar del agua, lograron trenzar buenas combinaciones en los primeros minutos. Jorge Rodríguez, con un remate que sacó Adrián Torre junto al larguero, en el minuto 15; y Guille Méndez, con un centro desde la derecha que atrapó Guillermo ante Claudio, crearon peligro cumplida la primera media hora, pero el balón estaba más en el campo visitante.

El Langreo no se conformó y a falta de diez minutos para el descanso empezó a igualar la posesión y a llevar peligro por las bandas. El juego no decayó hasta el final de la primera parte y el partido prometía buenas cosas para la reanudación a pesar de la incesante e intensa lluvia.

Y la reanudación no defraudó a la grada local porque en la primera jugada Jorge Rodríguez marcó. Una falta botada por Óscar Ruiz desde la izquierda fue rematada en el segundo palo por el goleador cántabro, sorprendiendo a Adrián Torre, que llegó a tocar el balón.

El partido se ponía bien para el Avilés, pero el Langreo se fue arriba y tuvo dos ocasiones claras a los pocos minutos. La primera de Claudio, que envió alto desde el borde del área un pase de Michu, y la segunda y más clara de Berto, que se internó por la izquierda y cruzó muy bien, pero Guillermo sacó una mano prodigiosa para enviar a córner.

El campo estaba cada vez peor y por eso el Langreo perdió un balón en el centro que recuperó Luismi para enviar a Jorge Rodríguez, que avanzó por la izquierda, se deshizo de la defensa y marcó el segundo con una vaselina que llegó a tocar Adrián Torre. Dos goles de ventaja ante el Langreo en el minuto 60 era más de lo que esperaba la grada, pero mejor aún era la sensación de dominio que daban los de Pablo Lago ante un rival que no tiraba la toalla. El partido siguió intenso sobre una auténtica piscina, pero ahora la ventaja era para los locales que estaban más enteros y que no daban facilidades. La expulsión de Pantiga a diez minutos del final abrió el partido, pero el Avilés no se descompuso y no pasó apuros. El Avilés jugará el 30 de marzo en el campo del Lugones y el Langreo ese mismo día en casa ante el Siero.